Caída en el parque
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Caída en el parque

Edades:
A partir de 4 años
Caída en el parque Luis tenía 6 años cuando aprendió a leer. Le encantaban los libros de aventuras. En ellos descubría cada día nuevos lugares y aprendía a hacer cosas increíbles.

Pero a los compañeros de clase de Luis la lectura les gustaba poco, y se metían mucho con él cuando lo veían durante el recreo sentado en un rincón pegado a su libro. Había un niño que era especialmente malo con Luis. Se llamaba Paquito.

Paquito se reía de Luis cuando le veía salir de la biblioteca, y cuando salía a jugar más tarde que él porque se había quedado leyendo. Paquito también se burlaba de Luis cuando le tocaba leer en clase o cuando contaba los cuentos que se había inventado, pese a que Luis lo hacía muy bien.

La verdad es que nadie le caía bien Paquito, porque siempre estaba riéndose de todo el mundo y molestando a la gente.

Un día, jugando solo en el parque, Paquito se cayó del columpio, y se rompió una pierna y un brazo.

En ese momento, llegó Luis. Luis enseguida recordó un cuento que había leído hacía poco. El protagonista tenía un accidente y alguien llamaba al 112 para que enviara una ambulancia rápidamente. Así que Luis, cuando vio que Paquito se había hecho mucho daño, fue corriendo a un tienda cercana y pidió a la dependienta que llamara.

Luis también había leído que no había que mover a ningún herido para no causarle más daño hasta que llegara la ambulancia. Así que se quedó con Paquito, dándole ánimos, esperando a que llegara la ambulancia.

A Paquito tuvieron que escayorlarle el brazo y la pierna hasta arriba, así que no podía ir al colegio. Cuando Luis fue a verle a casa, Paquito de puso muy contento.
- Siento haberte molestado tanto Luis. -dijo Paquito nada más ver a Luis entrar por la puerta.

A Luis le sorprendió mucho la reacción de Paquito, pues estaba casi seguro de que iba ponerle cara de pocos amigos. Pero no fue así.

-Caída en el parque Te agradezco mucho tu visita, y también que llamaras a la ambulancia. Y siento haberme reído de ti… - dijo Paquito avergonzado.
- No te preocupes, por mi parte está todo olvidado. Vengo de la biblioteca. Traigo un libro muy interesante sobre tesoros submarinos. Tiene dibujos muy chulos. Y un juego al final.
- Ya sabes que a mí no me gustan mucho los libros -dijo Paquito.
-Pero este tiene muchos dibujos -dijo Luis-. Te lo puedo dejar para que lo hojees cuando no sepas qué hacer.

Al día siguiente, Luis volvió a ver a Paquito, que le recibió entusiasmado.
- ¡El libro que me dejaste ayer es superdivertido!- dijo Paquito-. ¿Te importaría traerme otro?

Y así fue como Paquito y Luis empezaron a verse todos los días y se hicieron muy amigos. Además Paquito no solo encontró un nuevo amigo, sino que descubrió lo emocionante que podía ser estar sentado leyendo un buen libro.
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