¿Tienes idea de qué es el vellocino de oro? En caso negativo, te invitamos a seguir leyendo para conocer una historia apasionante y gracias a la cual entenderás que este metal precioso se ha valorado siempre mucho, desde hace siglos…. Desde la época de los seres mitológicos griegos hasta nuestros días.
Para conocer la historia del vellocino de oro hemos de remontarnos a tiempos muy antiguos de la mitología griega. Hace siglos, el rey griego Atamante repudió a su esposa Nefele con la que tenía dos hijos, Frixo y Hele. Lo hizo para poder casarse con la princesa Ino. Lo que no sabía era que esta tenía planeada la muerte de los hijos de Atamante para que los suyos propios pudieran heredar el trono.
Para llevar a cabo su plan, Ino se apoderó de todo el grano que estaba reservado para la cosecha y lo tostó. Como resultado, ese año no se pudo recoger nada. Los campesinos, atemorizados, acudieron al rey Atamante y este consultó con el oráculo. Este le dijo que no habría ninguna cosecha hasta que fuesen asesinados los hijos que el rey tenía con Nefele. Esta, cuando se enteró, imploró a los dioses que la ayudasen y estos le enviaron un carnero mágico de pelaje de oro y que tenía la capacidad de volar. Los niños lograron escapar en el lomo de aquel animal. Durante el camino, Hele cayó al mar y se ahogó. Sin embargo, el carnero llevó a su hermano Frixo hasta el país de la Cólquida. Allí sus habitantes acogieron al niño. Este, como agradecimiento, sacrificó al carnero y les entregó su vellocino de oro. Los vecinos lo colgaron en un árbol consagrado al dios Ares, donde quedó custodiado por un dragón.
Tiempo después,
Pelias, rey de Yolcos, encargó a su hijo Jasón la misión de traer de vuelta el vellocino de oro. Jasón comenzó un viaje al que se conoció como “Las Argonáuticas”. Tuvo que reclutar a los mejores guerreros griegos de la época, los llamados argonautas. Entre ellos estaban Hércules y Orfeo. La misión resultó un éxito, pero la vuelta no fue fácil. Se tuvieron que enfrentar a sirenas, seres mitológicos y monstruos marinos. Al final, con la ayuda del dios Apolo, llegaron a casa y allí Jasón le dio el vellocino de oro al rey Pelias.