La captura de los ladrones de gominolas
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La captura de los ladrones de gominolas

Edades:
A partir de 8 años
Valores:
La captura de los ladrones de gominolas Había una vez una ciudad en la que todos los días había robos. Pero no se robaba cualquier cosa. Lo único que los ladrones querían eran gominolas.

No había manera de dar con los ladrones. Estos actuaban cada día en un sitio. Y eran tan discretos que a veces pasaban horas hasta que se descubría el robo.

Los habitantes de aquella ciudad estaban cansados de robos. Los comerciantes pensaron en dejar de traer gominolas y empezar a vender otra cosa. Pero eso no garantizaba que se solucionara el problema. Probablemente los ladrones empezaran a robar otras cosas, como pasteles, tartas u otros dulces.

También podría pasar que se fueran a otra ciudad, donde otras gentes tendrían los mismos problemas. Pero como pasarle el problema a otro no es solucionar el problema, la policía decidió tomar cartas en el asunto y llamar a un famoso inspector de policía experto en solucionar casos extremos como este.

El inspector llegó enseguida, ya con un plan en la cabeza. El inspector pidió que le confeccionaran una gran red de sedal, un hilo transparente y muy resistente. Llegada la noche, el inspector colocó la red en el gran parque de la ciudad, entre unos árboles. Hizo subir la red y colgarla, sujetándola a los árboles. En cada copa se había escondido un policía. Esa noche se atenuaron las luces y apenas se veía.

Los comerciantes de la ciudad habían sido informados en secreto de que debían esconder las gominolas durante cinco días -lo que se tardó en confeccionar la red- y llevarlas esa noche al parque. Y así lo hicieron. Colocaron la mercancía en el suelo, justo debajo de la red, que no se veía a causa de la noche y la poca luz.

La captura de los ladrones de gominolasY los ladrones picaron. Tras varios días sin robar gominolas estaban como locos. Algunos de ellos vieron las gominolas abandonadas en el parque. Su ansiedad no les dejó pensar en por qué las gominolas estaban allí, y se lanzaron a por ellas. Y en cuanto llegaron a las gominolas y empezaron a meterlas en sus sacos cayó la red.

La policía atrapó a los ladrones, que pasaron una buena temporada entre rejas. Y lo pasaron mal, porque tenían una gran adicción a los dulces y la falta de azúcar no les fue bien.
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