La enanita Rosita
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La enanita Rosita

Edades:
A partir de 4 años
La enanita Rosita Todas las mañana la enanita Rosita salía a pasear por el bosque a recoger hierbas y frutos para su aldea. Aunque el bosque estaba lleno de peligros para los enanitos, a Rosita no le daba miedo, pues su cabello poseían poderes mágicos para espantar todos los peligros.

Un día, Rosita vio a un gnomo a punto de ser atrapado por un trol. La enanita corrió en su ayuda y espantó al trol.

-Toma, te dejo un mechón de mi pelo mágico para que no vuelva a atarcarte ningún trol -dijo Rosita.

-Gracias, amiga. No olvidaré tu ayuda -dijo el gnomo. Y se fue tan contento con su mechón de pelo.

Al día siguiente, Rosita se encontró al mismo trol del día anterior, pero esta vez dispuesto a atrapar a un pequeño elfo que había quedado atrapado en una tela de araña. Rosita fue corriendo hasta el elfo para espantar al trol. Cuando el trol se fue, Rosita le entregó al elfo un mechón de pelo para que le protegiera.

-Gracias, amiga. Te debo una -dijo el elfo. Y se fue cantando y brincando con su mechón de pelo.

La noticia de que Rosita estaba regalando mechones de pelo llegó a todos rincones del reino, así que todos los que tenían que ir al bosque iban a ver a Rosita para pedirle un mechón de pelo. Y Rosita, que era tan buena, se le daba.

Apenas le quedaban unos cabellos el día que, en el bosque, Rosita descubrió al trol a punto de atacar a unos forasteros que cruzaban por allí, desconocedores de los peligros que acechaban.

Sin pensárselo dos veces, Rosita corrió a proteger a los forasteros y, sin darse cuenta de que no tenía más, les entregó sus últimos cabellos.

-Esto os protegerá -djio Rosita-. Huid, rápido.

-¡Jajaja! Ahora que estás completamente calva podré acabar contigo -dijo el trol.

Pero justo cuando el trol estaba a punto de caer sobre la enanita, todos los amigos a los que Rosita había entregado un La enanita Rositamechón de pelo aparecieron junto a ella para protegerla.

-Algún día te pillaré sola y te atraparé -gritó el trol.

Apenas había terminado de hablar, el pelo de Rosita empezó a nacer de nuevo. En apenas unos segundos Rosita volvía a tener una hermosa y brillante melena.

-¡No! ¡No es posible! -gritó el trol, mientras corría presa de una gran rabieta.

-¿Cómo es esto posible? -se preguntó Rosita.

Nadie supo contestar, aunque muchos creen que el poder del pelo de Rosita nace en realidad de su gran generosidad. Es lo que tiene el ser generoso, que cuanto más das más tienes.
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