Manolito está solito
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Manolito está solito

Edades:
A partir de 4 años
Valores:
Manolito está solito Manolito estaba sentado en un rincón de la clase. Era su primer día y no conocía a nadie. Manolito y su familia se habían cambiado de casa a mitad de curso. Por algo de trabajo. Eso había entendido Manolito.

Y ahora Manolito era en el nuevo cole. Todos los niños jugaban y reían. Manolito los miraba desde su rincón. Pero no se atrevía a ir con ellos. ¡Pobre Manolito, ahí, tan solito!

Después de un rato, llegó la maestra. Manolito ya la conocía. Sus papás habían ido al cole con él a conocerla. Era muy simpática. O eso había pensado Manolito, porque apenas había despegado la cara de la pierna de su mamá para mirar a la maestra.

-Acercaos, que os voy a presentar a alguien -dijo la maestra.

Todos los niños se acercaron y se sentaron en el suelo, formando un círculo junto a la maestra. Todos menos Manolito, que seguía escondido.

-Manolito, acércate y siéntate a mi lado, por favor -dijo la maestra, haciendo sitio para que se sentara.

Manolito fue hacia ella, despacito y mirando al suelo.

-Este es Manolito -dijo la maestra-. Desde hoy será nuestro nuevo compañero. ¡Saludemos a Manolito!

-¡Hola, Manolito! -gritaron los niños-. ¡Bienvenido!

-Ahora, por orden, os presentareis -dijo la maestra-. Vais a decir vuestro nombre y algo que os guste mucho. Empieza, Carolina, luego Inés, después Carlos… así, hacia la derecha.

-Hola, me llamo Carolina y me encanta el zumo de naranja natural, pero sin azúcar.

-Manolito -dijo la maestra-. Ahora tienes que decirle “hola” a Carolina, y luego a todos los niños cuando se presenten.

-Hola, Carolina -dijo Manolito muy bajito y mirando al suelo.

-No te ha oído -dijo la maestra-. Díselo un poco más alto y mírala un poquito.

-Hola, Carolina -dijo Manolito, mirando casi de reojo.

-¡Mucho mejor! -dijo la maestra. A ver, el siguiente.

-Hola, soy Inés y me gusta mucho jugar con las construcciones.

Manolito está solito-Hola, Inés -dijo Manolito, un poquito más confiado.

-Hola, me llamo Carlos y tengo muchas ganas de ser tu amigo, si tú quieres.

-Hola, Carlos -dijo Manolito, sonriendo-. Vale, seremos amigos.

Y así, uno por uno, todos los niños se fueron presentando. Cuando todos terminaron Manolito estaba mucho más contento y ya no sentía vergüenza.

Ese día lo pasaron jugando en grupo y haciendo un montón de actividades. ¡Qué bien se lo pasó Manolito! Y ¡qué contento llegó a casa!

-Este cole es genial -le dijo Manolito a sus padres.

Y así fue como Manolito dejó de estar solito.
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