Cómo enseñar a los niños a perder
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Cómo enseñar a los niños a perder

Edades:
A partir de 4 años
Cómo enseñar a los niños a perder El deseo de ganar en los niños es natural y es normal que sientan frustración o resentimiento cuando pierden. Aunque puede llegar a ser positivo que se decepcionen un poco con la derrota, el que un niño sea un mal perdedor puede quitarle toda diversión al juego. Hacer comentarios desagradables e inapropiados sobre el otro equipo o jugador, adoptar una mala actitud e incluso ser violento son características comunes de un mal perdedor.

Enseñar a un niño a aprender a perder es una habilidad muy útil en la vida, más allá de los juegos o deportes, y es muy importante enseñar al niño a encajar estas derrotas que se sucederán durante toda su vida de forma irremediable.

Para ello pueden resultar muy útiles las siguientes estrategias:

No evitarles la frustración
Los niños deben entender que unas veces se gana y otras se pierde. Buscar alternativas para hacer que olviden esta frustración es un error. El niño debe experimentar esta sensación de frustración para aprender a gestionarla eficazmente.

Ayudarle a ganar en ocasiones
Ayudarle a ganar (aunque solo en ciertas ocasiones) le permitirá experimentar también la sensación positiva del éxito y le proporcionará un estímulo para superarse. De este modo, podemos ayudarles mejor a entender el fracaso como una oportunidad de superación, puesto que conocen lo que es la victoria. Al experimentar los dos sentimientos, también podremos enseñarles acerca de la empatía para que, cuando ganen, mantengan un actitud de respeto hacia el otro y no le ridiculicen, entendiendo así lo que es la deportividad.

Enseñarle a controlar su enfado
Cómo enseñar a los niños a perderCuando un niño se enfada cuando pierde los papeles. Es importante ponerle límites a ese enfado, enseñarle a gestionar su ira y mostrarle estrategias para canalizar su estado de ánimo. Además, hay que restarle importancia, pero no hasta el límite de ignorar los sentimientos del niños, sino ayudándole a entender la importancia real de lo que ha ocurrido.

Hacerle ver la importancia de participar
Los niños niños no entienden eso de que lo importante es participar. Aunque los adultos, en el fondo, tampoco. Los niños tienen que entender que lo divertido de la competición está en compartir una actividad estimulante con los otros, amigos o no, y que el verdadero reto, más allá de ganar o perder, es superarse a uno mismo, descubrir qué hay que mejorar y qué pasa cuando se ponen a prueba las habilidades practicadas en la competición. Solo si les transmitimos que el verdadero objetivo de participar es mejorar, los niños entenderán que no pasa nada si pierdes, porque entonces podrán ver el fracaso como una oportunidad.

Educar la perseverancia
Cuando un niño pierde, es el momento de enseñarle el valor de la perseverancia. Para ello, además de apoyarle en su entrenamiento o estudios, es importante ayudarle a ver sus avances y mejoras, ayudarle a establecer metas y reforzarle cuando demuestre sus logros.

Dar ejemplo
En general, los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice. Por lo tanto, es importante enseñarles a los niños con el ejemplo, admitir las derrotas deportivamente mostrando una actitud positiva, sin enfadarnos ni ridiculizar al oponente, sin insultos ni violencia física o verbal. Pero igualmente importante es que los niños vean cómo sus padres se esfuerzan por mejorar, se atreven a competir y se divierten haciéndolo.
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