Hoy vamos a conocer la figura de Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la
Luna. Nació en 1930 en Ohio (Estados Unidos) y pronto supo que su vocación era la
de ser astronauta. Su familia era de origen alemán y durante su infancia se mudó
muchas veces por el trabajo de su padre. De hecho, llegó a vivir en más de 20
ciudades distintas.
Su amor por los aviones comenzó cuando Neil voló por primera
vez en un aeroplano a los 10 años. A los 15, ya había comenzado a ir a clases de
vuelo. Dos años más tarde, a los 17, Neil Armstrong era un piloto con licencia. Tal
era su afición que obtuvo un certificado de estudiante de vuelo antes que el permiso
de conducir. Con 16 años había realizado ya su primer vuelo en solitario.
Después
ingresó en la Marina y combatió en la Guerra de Corea. Durante ese tiempo tuvo
que interrumpir sus estudios. Tras la guerra fue condecorado con la Estrella de Oro
y la Medalla del Aire. Después retomó sus estudios en la universidad y se graduó en
ingeniería aeroespacial en 1955. Tres años más tarde se casó y tuvo 3 hijos.
Se convirtió en astronauta de la NASA cuando tenía 30 años, en el año 1962. La
NASA se había fijado en él por su gran habilidad para pilotar y por sus buenas notas
en la universidad. Cuatro años más tarde le designaron piloto comandante de la
misión Gemini. En una maniobra, casi sufre un accidente y tuvo que hacer un
aterrizaje forzoso.
Después, en 1968, Armstrong fue elegido para comandar la
misión Apolo 11. Gracias a esto fue el primer ser humano en tocar la Luna, el 21 de
julio de 1969. A su regreso, se convirtió con sus dos compañeros en personas
mundialmente famosas. Recorrieron todo Estados Unidos y otros países contando
las anécdotas de su hazaña.
Tras esta gran proeza, Neil Armstrong abandonó la
NASA y se dedicó a dar clases en la universidad.