En Mundo Fantástico todo se arreglaba haciendo magia. Para los seres que tenían poderes esto era genial, porque podían dominar a todos los que no tenían capacidades mágicas.
Al principio todo iba bien porque, a pesar de que la magia lo podía todo, los seres mágicos respetaban a todos los que no tenían poderes. Pero con el tiempo esto fue cambiando.
La tentación de dominar mediante la magia a todos los demás fue conquistando el corazón de los seres mágicos. Esto hizo que, poco a poco, los seres no mágicos fueran abandonando Mundo Fantástico, lo que provocó un enorme desequilibrio.
El brujo Magicón, líder de Mundo Fantástico, se dio cuenta de que, si seguían así, su mundo terminaría desapareciendo sumido en el caos, así que decidió instaurar un día sin magia al mes.
Con sus grandes poderes, el brujo Magicón fue capaz de anular los poderes de todos los seres mágicos, incluido los suyos propios. Así, el primer día de cada mes, Mundo Fantástico tenía que funcionar sin magia.
Los seres no fantásticos vieron su oportunidad para vengarse de los seres mágicos este primer día de mes sin magia. Pero el brujo Magicón tenía esto previsto y había trazado un plan.
Para evitar que los seres no mágicos trajeran el caos a Mundo Fantástico, en el día sin magia decidió convocar un concurso de habilidades.
-El grupo ganador tendrá privilegios especiales durante todo el mes -anunció el brujo Magicón-. Pero si abusa de su poder quedará descalificado en el concurso del mes siguiente.
Hadas, brujas, elfos, duendes, ninfas, magos, gnomos, dríadas, ninfas, enanos, humanos y todos los demás habitantes de Mundo Fantástico se prepararon para el primer gran concurso de habilidades.
Todos los grupos empezaron a presumir de la habilidades que tenían, incluidos los seres mágicos. Solo los humanos permanecieron callados, puesto que la única habilidad que habían conseguido desarrollar en Mundo Fantástico era la de escapar de las criaturas de aquel lugar. Eso les había hecho ganarse el apodo de “Los Miedicas”.
Llegó el gran día del concurso. Tres representantes de cada grupo se presentaron en el lugar conocido como Zona Descubierta, un gran claro en medio del Bosque Mágico.
Todos esperaban que el brujo Magicón explicara las pruebas del concurso. Sin embargo, el gran brujo solo dijo esto:
-Que empiece el concurso.
Durante más de una hora, los participantes permanecieron a la espera sin que nada pasara. Todos estaban aburridos y empezaron a hablar entre ellos. Solo los humanos permanecían atentos, como siempre.
Mientras esperaban, los humanos fueron delizándose discretamente mientras se alejaban lo máximo posible de los demás hacia los límites de la zona delimitada para el concurso. Había demasiado peligro allí con la sola presencia de todas esas criaturas.
Entonces, sin mediar aviso alguno, tres dragones surgieron y se lanzaron a atacar a los concursantes. Los humanos los vieron enseguida, así que salieron corriendo a tiempo del lugar para ocultarse en el bosque.
L
os demás no reaccionaron a tiempo. Los seres mágicos intentaron pararlos con su magia, pero como sus poderes estaban anulados no tuvieron tiempo de pensar en nada. El resto estaba tan desprevenido que no acertaron a coger sus armas ni a correr lo suficiente.
Todos parecían condenados a quedar chamuscados, pero los humanos decidieron ayudar a sus compañeros. Del bosque sacaron un arma oculta que habían estado preparando para defenderse durante muchos años. Era una inmensa catapulta con la que lanzaron sacos de arena y piedras. Eso asustó a los dragones, que se fueron por donde habían venido.
Todos los seres de Mundo Fantástico aplaudieron la actuación de los humanos y les agradecieron su ayuda.
-Parece que Los Miedicas, es decir, los humanos, han ganado -sentenció el brujo Magicón-. Ahora, el poder el vuestro.
Así fue como los humanos consiguieron el primer mes de poder en Mundo Fantástico porque, desde entonces, los humanos ganaron todos los concursos, demostrando así que ni la magia ni la fuerza bruta sirven para solucionar los grandes problemas a los que hay que enfrentarse en la vida.