Jane y sus amigos
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Jane y sus amigos

Jane y sus amigos Juanita llegó a casa de su abuela después de la escuela, con el ceño fruncido y una tarea en la mano.

—Abuelita, en la escuela me han pedido que haga un trabajo sobre etología, pero no sé qué es un etólogo —le dijo a su abuela—. No me he enterado muy bien, pero creo que tiene que ver algo con los animales.

La abuela sonrió y se acomodó en su sillón, su lugar favorito para contar historias.

—Ven aquí, cariño. Te contaré una historia que te ayudará a entender qué es un etólogo —dijo la abuela con una sonrisa—.

La niña se sentó junto a su abuela, con los ojos brillantes y dispuesta a escuchar. Nadie contaba tan bien las historias como ella.

—La etología, Juanita, es el estudio del comportamiento animal. Y para entender mejor qué es un etólogo, te contaré la historia de una mujer increíble, mi amiga Jane Goodall, una auténtica heroína. Las dos nacimos el mismo año, en 1934.

—¿Nació en Madrid, como tú? —preguntó Juanita.

—No, no, ella nació en Inglaterra. Nos conocimos hace mucho tiempo, y somos buenas amigas.

A Juanita se le iluminaron los ojos. Le encantaban las historias de chicas triunfadoras, y más si eran amigas de su abuela.

—Jane era una niña como tú, llena de preguntas y amor por los animales. Su mayor sueño era ir a África para estudiar a los chimpancés.

—¿Pero por qué a los chimpancés, abuela? —interrumpió Juanita.

—Buena pregunta —dijo la abuela—. Jane estaba fascinada con los chimpancés, por su inteligencia y sus comportamientos similares a los humanos. Pero al principio, los chimpancés huían de ella. Así que Jane tuvo que ser paciente y constante.

—¿Y luego qué pasó, abuela?

—Un día, un chimpancé, al que Jane llamó David Greybeard, comenzó a acercarse a ella. Jane descubrió cosas maravillosas, como que los chimpancés usaban herramientas y tenían una estructura social compleja. Algo que se desconocía por completo.

—¡Wow! Eso suena emocionante. Seguro que la gente estaría encantada con su descubrimiento.

La abuela negó con la cabeza.

—No, Juanita Muchos científicos no la creyeron porque era mujer y no tenía la formación tradicional. Pero Jane nunca se rindió. Siguió trabajando hasta que su trabajo fue reconocido.

—¿Y vivieron felices para siempre? —preguntó la niña, ansiosa por el final feliz.

—Bueno, Jane se dio cuenta de que los chimpancés y su hogar estaban en peligro debido a las acciones de los humanos. Entonces, decidió luchar por ellos, se enfrentó a muchas personas poderosas y fundó una organización para proteger a los chimpancés y su hogar.

Jane y sus amigosLa niña se quedó en silencio por un momento, pensativa.

—Jane es una auténtica heroína, abuela.

La abuela sonrió y asintió.

—Sí, cariño. Jane es una heroína. Ya te lo dije. Y su historia nos enseña que podemos superar cualquier desafío si seguimos nuestros sueños con coraje y determinación.

—Voy a hacer un trabajo estupendo con esto, abuela.

Sonó un timbre, el timbre del horno.

—Las galletas están listas —dijo la abuela—. Vamos a tomarlas para merendar con un buen vaso de leche.

—¿Y me cuentas más cosas de Jane? —preguntó Juanita.

—Te puedo contar más cosas, pero no te valdrán para el trabajo —dijo la abuela, guiñando un ojo con picardía.

Juanita se rio y prometió guardarle el secreto.
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