La bruja Turula
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La bruja Turula

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La bruja Turula Érase una vez, hace muchos años, una bruja llamada Turula muy malvada que vivía en un castillo abandonado. Nunca hablaba con nadie y no tenía amigos.

Cuando alguien se acercaba al castillo, la bruja hacía un conjuro y los convertía en lo que se le antojara.

A unos niños los convirtió en ratones, a un hombre que intentó entrar al castillo lo convirtió en un árbol, a otro lo convirtió en un jarrón con flores…¡Nadie se salvaba! Todos los que se acercaban quedaban atrapados para siempre.

Un día desapareció un niño llamado Pedro y su amiga María, que nunca tenía miedo a nada, decidió ir al castillo para ver si su amigo estaba allí.

Nadie quiso ir con ella, pero a ella le daba igual. María era muy valiente y no le importaba ir sola, así que preparó todo para ir al castillo. Caminó durante muchas horas hasta que por fin llegó a la gran puerta de ese castillo tan oscuro. Y cuando estaba a punto de abrirla le dijo un árbol:
- Niña, ¡ten mucho cuidado! En este castillo vive una bruja malvada que si te ve no dudará en convertirte en cualquier cosa.
- No me da miedo esa bruja. He venido a buscar a mi amigo y me iré con él. Por cierto señor árbol. ¿Sabe usted si mi amigo Pedro ha caído en manos de la bruja? Hace unos días que no lo he vuelto a ver y creo que debe estar por aquí.
- Aquí hay muchos niños que han sido convertidos en ratones, arbustos, muebles y un montón de cosas más. Es probable que tu amigo Pedro sea uno de ellos – contestó el árbol.

María, que seguía sin tener miedo, estaba dispuesta a entrar, pero se dio cuenta de que la bruja tenía mucho poder y que ella sola no podría derrotarla así que decidió volver a la aldea para pedir ayuda.

Habló con todo el mundo para que le ayudasen a salvar a su amigo Pedro y a todos los que habías sido hechizados. Pero por más que preguntó y preguntó nadie quiso ayudarla.

Al cabo de unos días un señor con una barba blanca muy larga apareció en casa de María.
- Hola María, soy un mago que hace mucho, pero mucho tiempo, vivió con la Bruja Turula. Se que estás intentando salvar a todos los que han sido hechizados por ella y precisamente yo estaba esperando a que alguien valiente como tú se atreviera a hacerlo para poder ayudarle.
- Entonces mago ¿qué podríamos hacer para liberar a todos de los conjuros de la bruja?

El Mago, explicó a María que la bruja era así de mala porque hacía muchos años otra bruja la había hechizado a ella convirtiéndola en una persona malvada. Sólo había una manera de salvar a todo el mundo al que ella había hechizado y era salvando primero a la bruja. Así, todos sus conjuros desaparecerían y todo volvería a la normalidad.

-La bruja Turula Para salvarla tienes que conseguir que se beba esta pócima - le dijo el mago dándole un botecito a María.

María, cogió el bote y salió corriendo hacia el castillo para hablar con su amigo el árbol. Cuando llegó, le explicó todo y él propuso llamar a los ratoncitos que vivían en interior del castillo para que fueran ellos quienes le echaran unas gotitas de la pócima en su comida.

No fue fácil pero los ratoncitos se las apañaron para que la bruja Turula se tomara la pócima sin darse cuenta y,entonces, aquella bruja malvada se convirtió en una bella maga con una varita mágica que brillaba con mucha luz.

Poco a poco, todo volvió a la normalidad. Los ratoncitos volvieron a ser los niños que eran, el árbol volvió a ser el señor de siempre y Pedro, que había sido convertido en una jaula, volvió a ser de nuevo un niño.

Todos volvieron a la aldea con María y, cuando llegaron, los habitantes se dieron cuenta de que había sido una gran heroína y de que deberían haberla ayudado a salvar a Pedro y los demás hechizados.
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Análisis de sus valores
El cuento de la bruja Turula nos habla de hasta dónde es capaz de llegar alguien valiente movido por un sentimiento tan poderoso como la amistad. Lo vemos en el personaje de María, que se enfrenta a todo para salvar a su amigo Pedro.
También es importante el guiño que hace el cuento al ingenio al contarnos la forma en que el árbol decide hacer llegar hasta la bruja la pócima mágica que la convirtió en una maga buena.
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