La profesora Tina estaba muy enfadada con sus alumnos, últimamente no hacían más que saltarse las normas del colegio, sobre todo en los recreos.
Jugaban en las zonas del jardín que no se podía, llegaban tarde a la clase, se dejaban el material escolar sin recoger, gritaban molestando a los más pequeños y un sinfín de travesuras más.
Tina pensaba día y noche qué podía hacer para que los niños entendieran que tenían que respetar las normas y disfrutaran de su tiempo en armonía.
Una noche estaba apoyada en la barandilla de su casa mirando a la Luna lunera cuando paso una brillante estrella fugaz y se le ocurrió pedir un deseo especial: ¡Ojalá encontrara la forma de que los niños se portasen bien!
La luminosa estrella se fue y Tina pensó que su petición no había dado resultado pero al día siguiente comprobó que no era así.
Nada más despertarse miró asombrada a su mesita y vio un libro gordo verde esperanza que en su portada traía escrito en tinta dorada: "Cómo conseguir que los niños se porten bien". Ante su sorpresa lo abrió y encontró lo siguiente:
Querida Tina aquí tienes la solución a tu problema. Verás como da resultadoLa profesora muy impaciente por encontrar una solución reunió a los niños en el aula ese mismo día, los sentó a su alrededor y les dijo:
- Queridos niños, sabéis que estáis siendo muy traviesos así que a partir de ahora seguiremos unas nuevas normas: 1. Queda prohibido llegar puntual a clase.
Los niños empezaron a reír, gritar y saltar de alegría en cuanto escucharon la primera norma. La profesora Tina, estaba atónita y no entendía nada pero siguió leyendo las normas que había en el libro.
- 2. Queda prohibido recoger el material escolar.
De nuevo los niños empezaron a aplaudir y a gritar y la profesora seguía sin entender nada de nada.
- 3. Queda prohibido plantar árboles una vez al mes.
Los niños se callaron de repente y se hizo un enorme silencio. Las nuevas normas empezaban a no ser tan divertidas.
-
4. Queda prohibido que la profesora enseñe a sus alumnos.
- 5. Queda prohibido celebrar fiestas de Navidad y de fin de curso
- ¡No profesora! - interrumpió un niño - Esas normas no nos gustan, preferimos las que teníamos antes.
- ¿Estáis seguros? Eso significa que tendréis que ser buenos y obedecer...
- Sí profe - añadió un niño
- ¡Sí! cumpliremos todo lo que nos digas para que no dejes de enseñarnos, ni dejemos de plantar los árboles una vez al mes, ni de celebrar las fiestas del cole.
- Muy bien – contestó Tina – En ese caso creo que deberíamos hacer una lista de todas las cosas buenas que vais a hacer a partir de ahora. Así, si algún día hay algún despistadillo al que se le olvida de alguna y se empieza a portar mal, siempre podrá leerla. ¿Os parece bien?
- ¡Síiii! - contestó toda la clase al unísono.
Y todos empezaron a confeccionar la lista mientras la profesora Tina sonreía satisfecha.