La despedida de Zuki
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La despedida de Zuki

Edades:
A partir de 4 años
La despedida de Zuki Zuki era el perro de la familia, había llegado siendo un cachorro mucho antes que Félix naciera. Ahora Félix ya era un niño de seis años y Zuki un perro anciano.

Desde hacía unos días, Zuki se veía muy débil, apenas comía y bebía y ya casi no se levantaba para nada. Así fue que los padres de Félix lo llevaron a la consulta con su veterinario. El doctor ordenó hacer unas pruebas y al cabo de unos días cito nuevamente a los padres de Félix para hablar de Zuki.

-Lamento informarles que las noticias no son buenas- anunció el veterinario cuando se sentó en el consultorio con los padres de Félix.

-Zuki ya es muy anciano, su cuerpo está muy deteriorado y me temo que le quedan apenas unas semanas de vida- prosiguió el doctor -. Lo único que queda por hacer es darle mucho cariño y acompañarlo en sus últimos días.

-Entiendo- dijo entre sollozos la madre de Félix.

-Pero siéntanse orgullosos, le han dado una gran vida a Zuki y es por eso por lo que llegó a vivir tantos años- comentó el veterinario.

Después de un silencio entre lágrimas, la madre de Félix, dijo:

-¿Y qué le diremos al pequeño Félix?, Zuki es su mejor amigo-.

-Nada mejor que la verdad- respondió el doctor -. Zuki y Félix necesitan despedirse.

Dentro de sí mismo, el padre de Félix recordó cómo su propio padre le había dicho que a su perro lo habían llevado a vivir a una granja, y cómo siendo un adulto entendió que en realidad su perro había fallecido. Se lamentó de no haber podido compartir el último tiempo con su amigo y despedirlo. Aunque su padre le mintió para protegerlo, en realidad le privó de algo muy importante. Por ello, sintió que las palabras del doctor eran las correctas.

-Totalmente de acuerdo, así lo haremos- dijo el hombre-. Muchas gracias, doctor.

El matrimonio se retiró del consultorio del médico veterinario y se dirigió a su hogar. Una vez allí le explicaron a Félix la situación.

-Félix, el cuerpo de Zuki ya está muy cansado y pronto su corazón dejará de latir, él no estará más físicamente con nosotros, pero será parte de nuestra vida para siempre- explicó su madre.

El padre por su parte agregó:

-Así es hijo, es momento de darle mucho amor a Zuki y cuidarlo hasta su partida-.

Las lágrimas corrieron por las mejillas de Félix, que rápidamente comprendió la situación.

-Pues entonces aprovecharé cada minuto con Zuki y le haré sentir cuanto lo quiero- exclamó el pequeño.

La despedida de ZukiY así fue, los próximos días tanto Félix como sus padres se ocuparon de pasar todo su tiempo con Zuki. Le dieron mucho amor y cuidados. El niño incluso cada noche se ocupaba de arropar a su mejor amigo y prestarle su juguete favorito para que durmiese con él.

Los días pasaron y finalmente lo inevitable sucedió. Zuki partió físicamente, pero nunca se fue del corazón de Félix y de sus padres. El niño a pesar de su tristeza, se sintió muy feliz de poder estar hasta el último minuto con su gran amigo. Ambos pudieron despedirse y hacerse sentir el uno al otro el amor que se tenían.

Félix y sus padres sintieron mucho la partida de Zuki, pero sabían que pasado un tiempo abrirían su corazón a un nuevo integrante de la familia dándole una oportunidad a un cachorro sin hogar.
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