¿Os gusta viajar en avión? Hoy vamos a conocer la historia de Amelia Earhart, la primera mujer que cruzó el océano Atlántico en solitario. Nació en el siglo XIX, en concreto en el año 1898 en Kansas (Estados Unidos). De pequeña le gustaba escalar árboles, deslizarse en trineo o cazar ratas. Además, coleccionaba recortes de fotos de mujeres famosas que salían en las revistas. Con 10 años fue a una feria a ver modelos de aeroplanos y aviones. La verdad es que todo eso no le interesó mucho al principio.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue con su hermana como enfermera voluntaria a Canadá, a atender a los pilotos heridos. Fue entonces cuando Amelia se interesó por los aviones y decidió que quería ser piloto. En 1923 consiguió su licencia de piloto. Empezó a hacerse conocida y puso dinero de su bolsillo para construir una pista de aterrizaje. Con solo 25 años era ya una de las mejores pilotos de Estados Unidos.
Como decimos, en 1928 Amelia Earhart fue la primera mujer que cruzó el océano Atlántico en avión como pasajera. Después, en 1932 lo hizo en solitario batiendo un récord: tardó en hacerlo solo 13 horas y 30 minutos. Años más tarde, en 1935, fue la primera mujer que cruzó volando parte del océano Pacífico, en concreto desde la isla de Hawái hasta el estado de California, en EE. UU. A finales de ese año batió una nueva marca, esta vez de velocidad.
Amelia Earhart voló ininterrumpidamente desde Ciudad de México hasta Nueva York en algo más de 14 horas. Dos años más tarde, en junio de 1937, inició un vuelo alrededor del mundo desde Miami (Florida)
, acompañada por Frederick J. Noonan, otro piloto muy destacado de la época. Ese mismo año, el 2 de julio, el avión de Amelia desapareció misteriosamente cuando volaba desde Lae (Nueva Guinea) hasta la isla Howland. Lo último que se sabe de ella es que mandó un mensaje por radio para decir que el combustible de su avión se estaba agotando. Se mandaron 9 barcos y 66 aviones para buscarla, pero ni Amelia ni el avión aparecieron. Después, su marido George Palmer Putnam editó un libro basado en el diario de su último viaje.