En esta ocasión vamos a conocer a Vincent van Gogh, uno de los pintores expresionistas más importantes de todos los tiempos. Nació el 30 de marzo del año 1853 en Holanda y era el hijo mayor de un sacerdote. De hecho, esto hizo que tuviera una fuerte vocación religiosa. Tuvo que abandonar el colegio por la mala situación económica de sus padres.
A los 16 años empezó a trabajar como empleado en la Galería de Arte Goupil de La Haya, dirigida por su tío. Allí comenzaría su afición por la pintura y la literatura. La galería se trasladó de Holanda a Londres y Vincent decidió mudarse a la ciudad británica y vivir en una pensión. Allí tuvo una vida tranquila y fue de hecho donde comenzó a dibujar. Tras un desengaño amoroso se volvió un poco asocial y evitaba estar con la gente.
Al final, se trasladó a París (Francia). Durante esos años de su vida, Vincent van Gogh estaba muy triste y deprimido y se refugiaba en su fe religiosa. Quiso hacerse sacerdote, pero no le admitieron en el seminario. Lo que sí consiguió ser fue predicador pero, después de un conflicto con unos mineros, le obligaron a dejar la vida religiosa. Fue cuando decidió dedicarse íntegramente a pintar y a leer.
Gracias a la ayuda de su hermano Theo entró a los 27 años en la Academia de Pintura de Bruselas. En un viaje a La Haya empezó a interesarse por la naturaleza muerta. A pesar de la calidad de su trabajo, no conseguía vender sus dibujos ni sus cuadros. Vincent empezó a tener alucinaciones y a padecer muchos dolores. Le diagnosticaron epilepsia y esquizofrenia. Aun así, siguió pintando y dibujando, pero sus obras continuaron sin tener éxito ni darle dinero.
Solo vendió dos cuadros en su vida y, en el año 1890, murió en Francia. Algunas de sus obras más famosas, hoy en los museos más importantes del mundo, son: “La noche estrellada”, "Terraza de café por la noche” o “Girasoles”. Como vemos, a pesar de ser hoy unos de los pintores más importantes de todos los tiempos, Van Gogh fue pobre durante toda su vida. Como hemos visto, cuadros que en vida nadie le compraba valen hoy millones de euros y cuelgan de las paredes de los museos más importantes del mundo.