Antonio está sin blanca, pero no se ha enterado
Síguenos en:

Antonio está sin blanca, pero no se ha enterado

Edades:
A partir de 8 años
Valores:
Antonio está sin blanca, pero no se ha enterado Antonio había quedado con sus compañeros por la tarde, para dar una vuelta. Habían quedado en el parque, junto al kiosko.

-Voy a comprar unas palomitas. ¿Quién se apunta? -dijo Marcos.

El único que no se animó fue Antonio.

-¿Qué pasa, estás sin blanca? -le preguntó Luis.

-¿Qué dices de Blanca? Ella y yo solo somos amigos, no sé para qué la mencionas -dijo Antonio.

-Que no, tío, que no va de chicas -le dijo Marcos.

Antonio no se enteraba de nada. Así que, cuando llegó a casa, se fue a su ordenador a ver qué era eso de estar sin blanca. Le habían estado tomando el pelo toda la tarde, así que no le quedaba otra que averiguar por qué

Su padre le vio y le preguntó por lo que estaba haciendo.

-Hoy me han tomado el pelo los colegas, que si estaba sin blanca o no sé qué líos, y estoy mirando a ver qué es eso -dijo Antonio.

-¿Te has ido sin dinero? -preguntó su padre.

-¿Cómo sabes eso? -preguntó Antonio-. ¿Me has estado espiando? ¿O es que te han llamado para contártelo?

-No, hijo, no. Nada de eso. Estar sin blanca significa estar sin dinero, hijo -dijo su padre-. Tiene que ver con algo relacionado con una moneda que se llamaba… déjame pensar, se llamaba…

-¿Blanca del Agnus Dei? -dijo Antonio.

-¡Eso! -dijo su padre-.¡Chico, qué rápido eres buscando! La blanca era una moneda española del siglo XIV, si no me equivoco. Era de color claro. Al principio se hacía de plata y cobre, pero con el tiempo se hizo solo de cobre, por lo que tenía muy poco valor. Así si estabas sin blanca es que no tenías nada de nada. Lo ví el otro día en un documental.

-Y yo pensando que se referían a mi amiga Blanca -suspiró Antonio.

-¿Esa niña tan mona que te hace ojitos cuando se cruza contigo por la calle? -preguntó su padre.

-¡Papá! -exclamó Antonio-. Solo somos amigos.

-Volviendo al tema, al de estar sin blanca, es decir, sin dinero, que ya me ha quedado claro lo de tu amiga -dijo su padre.

-Ya lo sé, que no salga nunca de casa sin algo de pasta en el bolsillo -dijo Antonio.

-Eso es, que nunca se sabe cuándo te puede hacer falta tener a mano un poco de pasta -dijo su padre-. Y a todo esto, ¿de dónde vendrá eso de llamar pasta al dinero?

-Antonio está sin blanca, pero no se ha enteradoEspera que lo busco -dijo Antonio-. Mira, aquí está. Dice que es algo que viene de muy antiguo. Parece que cuando las moneda se hacían a mano, la pasta era el trozo de metal que se fundía y estaba sin labrar, como el oro, la plata o el cobre.

-Vamos, que no tiene nada que ver con la pasta de comer ni con los capos de la mafia italiana -dijo su padre.

-Pero ¿de dónde has sacado eso?-dijo Antonio.

-No sé, es lo primero que se me ha ocurrido -dijo su padre.

-¡Lo que hay que oir! -exclamó Antonio-. A todo esto, tendrás que darme algo, porque me fui sin pasta porque me he quedado pelado después de comprarme la revista de videojuegos.

-¿Te has quedado pelado? -preguntó su padre-. ¿Miramos a ver de dónde viene la expresión?

-No cambies de tema… no cambies de tema -dijo Antonio.

-En mi época se decía estar sin un duro, ¿sabes? -dijo su padre.

-¡Papá!
Puntuación media: 8,2 (93 votos)
Tu puntuación:
Cuentos con valores similares