Desenmascarando a Mr. Falsus
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Desenmascarando a Mr. Falsus

Desenmascarando a Mr. Falsus Había una vez un delincuente poco común que se dedicaba a confundir a la gente. Todo su afán era decirle a la gente que las cosas eran de otra forma como las estaban haciendo.

Así, poco a poco, la ciudad se convirtió en auténtico caos. Pero la policía no era capaz de identificar al responsable, porque cada víctima lo describía de una manera diferente, por lo que la conclusión a la que se llegó es que este delincuente se disfrazaba. Por eso y debido a que todo lo que decía era falso lo apodaron Mr. Falsus.

-Desenmascarar a Mr. Falsus es ahora nuestra prioridad -dijo el capitán de policía a todos sus agentes-. Debemos encontrar a este farsante para que deje de hacer de las suyas.

Nadie sabía por qué Mr. Falsus actuaba así. Se barajó la posibilidad de que Mr. Falsus buscara que reinara el caos para dar un gran golpe y robar. Sin embargo, el caos era tal que ni siquiera se cometían delitos. Entonces, ¿que quería Mr. Falsus?

La policía no era capaz de dar con Mr. Falsus. Pusieron todo tipo de trampas, colocaron cámaras de vigilancia, agentes encubiertos recorrían día y noche las calles, incluso tenían perros policía rastreando. Pero nada. La ciudad era un caos y no había manera de poner orden.

Un día, el capitán de policía tuvo una idea. Y así lo comunicó a sus agentes.

-Vamos a decirle a la gente que no hable con extraños. Que no pregunten nada a quien no conozcan y que no admitieran consejos de nadie.

-Mr. Falsus es astuto, capitán -dijo uno de los agentes-. Seguro que logra liar a la gente.

-Pues habrá que prevenir a la gente -dijo el capitán.

-Pero insistirá -dijo de nuevo el agente.

-Desenmascarando a Mr. FalsusEse será genial -dijo el capitán-. Que insista. Eso hará que los agentes encubiertos tengan más fácil reconocer a los sospechosos.

A la gente de la ciudad no le gustó mucho la idea, pero siguieron el consejo a ver si así conseguían que Mr. Falsus dejara de liarles a todos.

Pasaron alguno días hasta que los policías consiguieron una pista fiable de Mr. Falsus y lo capturaron.

Con Mr. Falsus en prisión todo volvió a la normalidad. La gente aprendió que no había que fiarse de todo lo que te dicen y Mr. Falsus entendió que era muy irresponsable liar a los demás, por muy divertido que pueda parecer tomarles el pelo.
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