El misterio del regalo de cumpleaños
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El misterio del regalo de cumpleaños

Edades:
A partir de 8 años
Valores:
El misterio del regalo de cumpleaños A Javier le encantaba su cumpleaños. Sus papás organizaban una fiesta por todo lo alto con todos sus amigos, vecinos y familiares. La fiesta duraba todo el día y, como era en verano, no faltaban los juegos de agua y los helados. Además, a Javier le regalaban un montón de cosas.

Pero el año que Javier cumplió ocho años algo cambió. Al principio todo era como siempre. Había mucha gente, mucha comida, muchos juegos y mucha diversión. Pero la hora de los regalos se demoraba más de lo habitual. Normalmente se los daban después de la tarta, que podía salir después de comer o después de merendar. Tampoco había ninguna tela ocultando los regalos junto a un árbol en el que sin ningún disimulo había un cartel que decía “Pon aquí tu regalo, por favor. Javier, tú no mires”. Es más, ese año sus padres solo habían puesto las palabras “Tu regalo aquí”.

A medida que avanzaba el día Javier empezó a sospechar. No podía ser que sus padres hubieran organizado todo eso para no regalarle nada, ni que los invitados hubieran acudido a la fiesta sin un obsequio.

Se hizo de noche y la fiesta terminó sin tarta y sin regalos. Pero Javier no estaba dispuesto a dejar marchar a los invitados así.

-¡Eh! ¿Dónde vais todos? Todavía no me habéis cantado el cumpleaños feliz -dijo Javier, que no quería reconocer que lo que le importaba no era la canción, sino los regalos.

En ese momento, ya con noche cerrada, una gran tarta bajó del cielo con ocho bengalas encendidas y todos se pusieron a cantar la ansiada canción.

Cuando la gente terminó de cantar y aplaudir Javier repartió la tarta y todos la disfrutaron muchísimo.

-Parece que no era yo el único que tenía ganas de tarta, ¿eh? -dijo Javier.

Todos rieron con ganas la ocurrencia, pero nadie dijo nada de los regalos. Esto no pasó desapercibido para Javier, que no pudo por menos que enfadarse y decir:

-Pero, ¿qué os pasa? ¿Me estáis tomando el pelo?

-¿Qué pasa, hijo? -preguntó su mamá.

-¿Qué he hecho para que este año nadie me haya regalado nada? -preguntó Javier.

-Tu regalo está donde siempre -dijo su papá.

-En el árbol no hay nada -dijo Javier.

-¿Seguro? -preguntó mamá-. Debería revisar mejor el árbol.

Javier miró el árbol por todas partes, incluso se subió a la copa. Miró todo alrededor, pero nada.

-Aquí no hay nada -insistió el niño.

-Tu regalo está en el árbol -dijo mamá-. ¿Seguro que no ves nada diferente?

El misterio del regalo de cumpleañosJavier volvió a mirar, a ver si había algo diferente que no fuera la ausencia del montón cubierto con una gran lona. Entonces se fijó en el cartel.

-Tu regalo aquí -leyó Javier en voz alta-. ¡Claro, esta es la diferencia! ¡Lo he tenido ante mis narices todo el día!

Javier cogió el papel. Tras él había un sobre en el que podía leerse: Lo que siempre has soñado está dentro.

Javier abrió el sobre que, efectivamente, contenía lo que más deseaba en el mundo. El niño abrazó a todos y cada uno de los asistentes a la fiesta y les dio las gracias.

Lo que decía el papel es todavía un misterio para todos los que no asistieron a esa fiesta. Lo único que se sabe es que, desde ese día, Javier no volvió a perder la sonrisa jamás, ni siquiera en sus peores momentos.
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