-¿Estamos listos? -preguntó mamá.
-Estamos listos -dijo papá.
-Vamos, Jorge, no te olvides de Chuchón, papá dijo que en el camping admiten perros -dijo Alicia a su hermano.
Mamá, papá, los niños y el perro se montaron en el coche. Aunque iban un poco apretados con el equipaje estaban muy entusiasmados. Llevaban todo el año esperando las vacaciones, sus primeras vacaciones juntos.
-Papá, ¿cuánto tarderemos en llegar? -preguntó Alicia.
-Cinco o seis horas -dijo papá-. Pero el viaje merece la pena. El camping está a cinco minutos de la playa.
Los niños estaban muy entusiasmados. Además de ser sus primeras vacaciones con papá y mamá, por fin iban a poder ver el mar en directo, pisar la arena y mojarse con las olas.
Pero nada más salir…
Parataplúm-Vaya, parece que hemos pinchado una rueda -dijo papá-. Salid del coche, tendré que cambiarla.
Pero la rueda de repuesto estaba oculta debajo de todo el equipaje, así que hubo que vaciar el maletero.
Una vez cambiada la rueda volvieron a meter todo en el coche y retomaron el viaje.
-Solo nos hemos retrasado un par de horas, chicos -se disculpó papá-. Ni mamá ni yo habíamos cambiado antes una rueda.
Todos rieron la gracia. Pero media hora después….
-¡Papá! ¡Para! Nos hemos olvidado a Chuchón -gritó Jorge.
Con el jaleo de volver a encajar el equipaje en el coche se habían olvidado de Chuchón, que se había echado la siesta bajo un árbol cercano.
Papá dio la vuelta, pero cuando llegaron al lugar del pinchazo Chuchón no estaba.
-Chuchón, vuelve -gritaron todos.
Después de buscarlo durante un buen rato, un señor se acercó y les dijo.
-Hace un rato los de la perrera han recogido al perro que andaba por aquí. Yo mismo les avisé al ver que lo dejaban aquí.
-Oh, no, han pensado que hemos abandonado a nuestro perro -dijo Alicia.
-Es triste, pero es algo bastante habitual en vacaciones -dijo papá-. Hay mucha gente desalmada que cuando quiere irse de vacaciones y no puede llevarse a su mascota o dejarla con alguien simplemente la abandona.
La familia puso rumbo a la perrera. Llegaron justo a tiempo, porque una familia estaba a punto de adoptar a Chuchón.
La familia recuperó a su mascota, se disculpó por el malentendido y volvió a ponerse en camino.
-Si no llegamos a tiempo nos quitarán la plaza en el camping -dijo mamá-. He intentado avisar, pero el teléfono comunica todo el rato. Tal vez deberíamos dar la vuelta. Solo estamos a dos horas de casa.
-No te preocupes, mamá, seguro que algo se nos ocurrirá -dijo Jorge.
-Tú sigue intentándolo -dijo Alicia-, seguro que por el camino todavía nos esperan más aventuras.
Todos se rieron y decidieron seguir adelante. Por nada del mundo sus primeras vacaciones iban a acabar mal, aunque tuvieran que dormir dentro del coche en el aparcamiento del camping.
Afortunadamente, mamá consiguió hablar con la gente del camping a tiempo y pudieron montar su tienda de campaña.
-No hay nada como no rendirse, mami -dijo Alicia-. Eso es lo que nos dices siempre.
-Y veo que has aprendido la lección -dijo mamá-. Gracias por recordármelo.
Y así es como empezaron unas vacaciones familiares inolvidables llenas de aventuras.