El secreto de Robitrón
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El secreto de Robitrón

Edades:
A partir de 4 años
El secreto de Robitrón El pequeño Dani jugaba con su amigo Robitrón, como todas las tardes. Robitrón es un robot muy divertido, que siempre hacía reír a Dani con sus preguntas y sus propuestas.

Un día, Dani puso música mientras jugaban. Y algo llamó su atención. Robitrón estaba silbando mientras emitía luces de colores al ritmo de la música.

—Robitrón, ¿qué haces? ¿Qué te pasa?

—Estoy contento. ¡Me encanta la música!

—¿Cómo que estás contento? ¿Cómo que te gusta la música? Pero ¡si eres un robot!

—No soy solo un robot. Esta música me trae recuerdos del pasado, de dónde vengo y para qué me construyeron.

—¿En serio? ¿Quieres que vayamos al lugar de donde saliste?

—¡Qué emoción! Gracias, Dani, eres un gran amigo. Sabía que me entenderías.

Dani no entendía nada. Su amigo robótico era capaz de sentir emociones, ¡incluso empatía! Era una cosa muy rara, y había que saber qué estaba pasando.

Robitrón guio a su amigo hasta un viejo laboratorio abandonado en las afueras de la ciudad. Allí, descubrieron la verdad. Robi había sido creado por un científico brillante, el doctor Genisius, como parte de un proyecto secreto para crear robots con inteligencia superior.

Pero el verdadero propósito del proyecto era mucho más oscuro: reemplazar a humanos en puestos clave, controlando el mundo desde las sombras.

Robitrón había salido mal, y lo había tirado al vertedero, donde alguien lo recuperó, lo arregló y lo vendió, sin más.

—Robitrón, ¿crees que el doctor Genisius consiguió lo que pretendía?

—No lo sé, pero tenemos que averiguarlo. Mira, parece que ahí hay una trampilla escondida entre los escombros.

Robitrón abrió la trampilla y Dani se asomó, con cuidado.

—¡Hay miles de robots, iguales que tú! Están todos enganchados con un cable.

—Amigo, creo que hemos llegado a tiempo —dijo Robitrón—. Se están cargando. Tenemos que anular su fuente de energía y reabsorber toda la que hayan acumulado.

—¿Tú sabes cómo hacerlo? —preguntó Dani.

âEl secreto de Robitrón€”Claro, amigo. Ahora que lo he recordado todo, nada puede pararme. Sé todo lo que saben ellos, pero tengo emociones. Además, distingo entre el bien y el mal. Espérame aquí, tardaré muy poco.

Robitrón y Dani fueron a la policía y les contaron lo que sabían. Más bien se lo contó Robitrón. Nadie les creyó, pero el robot utilizó unos argumentos tan alucinantes que los policías no tuvieron más remedio que ir a comprobar la historia.

Después de aquello, Dani y Robitrón fueron nombrados héroes de la ciudad.

A partir de entonces, Robitrón y Dani se ocuparon de vigilar la ciudad para evitar que nada así volviera a ocurrir.

—Es genial este nuevo juego, amigo.

—¡Ni que lo digas!
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