Todo el mundo sabe que los erizos tienen las púas bien afiladas. Tanto que si te pinchas con una púa de erizo puede dolor mucho. ¡Y si te pinchas con varias puede ser horrible!
Todo tiene su razón de ser, porque para los erizos sus púas son un mecanismo de defensa. Bueno, para todos menos para Erizoso, el único erizo en el mundo que tenía las puntas redondeadas.
Cuando nació, Erizoso tenía cubiertas las púas con una piel especial, como todos los demás erizos bebé. Así la mamá erizo puede dar a luz sin clavarse las púas de sus hijitos. Pero cuando perdió esta piel y sus púas empezaron a crecer saltaron las alarmas.
—¡Las púas de este erizo no pinchan! —decían todos los animales del bosque.
Todos se burlaban de Erizoso y de sus púas redondeadas.
—¡Más que una bola de pinchos pareces una bola de masaje! —se reían los demás erizos.
—¿Qué voy a hacer, mami? —preguntaba Erizoso.
—Tendremos que buscar la manera de sacarle partido a esto —dijo mamá.
A Erizoso siempre le sorprendía la facilidad de su madre para buscar soluciones a todo.
Pasaban los días y la broma de la bola de masaje llegó a todos los rincones del bosque y mucho más allá. Y así llegó a oídos del gran oso de la montaña, que sufría dolores en los pies y le costaba mucho caminar.
Al oír que había un erizo bola de masaje en el bosque no se lo pensó dos veces y fue a visitarlo, con gran esfuerzo.
Al verlo llegar todos los animales se asustaron y se escondieron.
—Vengo a buscar al erizo bola de masaje —dijo el oso—. Si me ayuda con mi dolor de pies prometo ser protegerlo a él y a todo el bosque.
Erizoso salió de su escondite.
—Soy yo —dijo Erizoso.
—Vaya, así que es verdad —dijo el oso—. Hazte una bola, a ver si funcionas.
Erizoso hizo lo que el oso le pedía. Este lo pisó con una de sus patas y empezó a moverlo hacia delante y hacia atrás. El vaivén de las púas redondeadas de aquel erizo no solo resultaba muy agradable, sino que también proporcionaba al oso un gran alivio.
El oso se dio un buen masaje con Erizoso en sus cuatro pies. Cuando acabó, le dijo:
—Amigo, eres una joya única en el mundo. Animales de todas partes querrán que les ayudes.
Y así fue. Erizoso se hizo famoso ayudando a todo aquel que necesitaba un poco alivio.
Ya nadie volvió a meterse con él. Al contrario, se convirtió en el animal más querido y admirado de todo el bosque. Y también en el más protegido, porque siempre tenía cerca amigos que se ofrecían a protegerlo en caso de que lo necesitara.