Lorenzo y el libro mágico
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Lorenzo y el libro mágico

Edades:
A partir de 6 años
Lorenzo y el libro mágico Lorenzo estaba feliz con el regalo que le había dejado el Hada de los Dientes. Por su primer diente, el Hada le había obsequiado con un libro precioso. La portada tenía colores brillantes que cambiaban cuando lo movías.

Pero cuando Lorenzo abrió el libro descubrió algo que no le gustó nada. ¡El libro tenía las hojas en blanco! El niño, muy disgustado, tiró el libro encima de la cama. En ese momento la portada del libro se volvió negra.

-¡Buah, vaya birria! -dijo Lorenzo mientras salía por la puerta para ir a desayunar.

Pasó el día y Lorenzo no volvió a por su libro. El niño se pasó el día dando gritos y golpes, enfadado por haber recibido un libro sin historias.

Al llegar la noche, cuando Lorenzo se calmó y hubo un poco de silencio, se empezó a oír algo en la casa. Lorenzo agudizó el oído para intentar averiguar qué era y de dónde venía.

Al principio pensó que eran los vecinos de abajo. Pero no era posible, porque a esas horas no había nadie en esa casa. Luego pensó que tal vez el sonido viniera de la casa de al lado. Pero tampoco era posible, porque en esa casa hacía tiempo que no vivía nadie.

Siguiendo el sonido, Lorenzo llegó hasta la puerta de su habitación, que estaba cerrada. El niño puso la oreja contra la puerta y pudo oír con más claridad una mezcla de sonidos de espadas, caballos relinchando y alguien llorando.

Al darse cuenta, Lorenzo dio un salto atrás. ¿Qué era aquello? ¿Por qué salían esos sonido de su cuarto? Lorenzo solo tenía allí libros y algunos juguetes sin pilas.

Con cuidado, Lorenzo abrió la puerta. El sonido se hizo ahora más intenso, especialmente los llantos.

-¿Quién anda ahí? -dijo Lorenzo, en un alarde de valentía.

-Soy yo, el libro en blanco -dijo un voz.

Lorenzo pensó que era una broma y entró en la habitación un poco más tranquilo. Aunque la tranquilidad duró poco. Sobre la cama estaba el libro agitándose violentamente. Su portada se había convertido en un inmenso agujero negro del que salían humo y luces siniestras.

-¡Ayúdame! -suplicó una voz que salía del libro.

Lorenzo se había quedado de piedra, sin hacer ni decir nada.

-¡Por favor, solo tú puedes detener esto! -dijo la voz-. Si no me coges los malos acabaran ganando la batalla y desapareceré.

Lorenzo reaccionó y cogió el libro. Tenía miedo, pero decidió ser valiente y ayudar a lo que fuera aquello que hablaba.

Cuando Lorenzo tuvo el libro entre sus manos unas luces brillantes y unos destellos dorados empezaron a enredarse entre el humo y las luces siniestras. Lorenzo empezó a sentir un intenso calor en sus manos.

-¡No me sueltes! ¡Ahora no! -suplicó el libro-. Si me sueltas ahora me ahogaré.

-¡Yo te sostengo, amigo! ¡Aguanta! -dijo Lorenzo.

El libro empezó a zarandearse muy fuerte y a pesar cada vez más. Pero Lorenzo estaba decidido a conservar aquel libro. Tenía que conocer la verdad y descubrir la historia.

ULorenzo y el libro mágicon rato después todo volvió a la calma y el libro empezó a brillar como la primera vez que Lorenzo lo cogió. Entonces, el niño volvió a abrirlo. Pero todo seguía en blanco.

-¿Dónde está la historia? -preguntó Lorenzo-. Aquí no veo nada.

-Dentro de tu corazón -dijo la voz del libro, que ahora se oía más clara-. Cuéntamela y yo la mostraré en estas páginas.

-No sé por dónde empezar -dijo Lorenzo.

-¿Qué crees que ha pasado antes? -preguntó la voz.

-Había una lucha y tú estabas en peligro -respondió Lorenzo.

-Fantástico, amigo -dijo la voz-. Ahora dime, ¿por qué peleaban? ¿Quiénes eran? ¿Quién soy yo? ¿Qué querían de mí? ¿Cómo me salvé?

Lorenzo empezó a inventar una historia que llevara al desenlace genial que él y su libro había vivido. Cada día, Lorenzo abría el libro y cambiaba algo de la historia y veía cómo letras y dibujos iban cambiando con sus nuevas ideas.

Pero, ¿qué pasó realmente? Eso es algo que solo Lorenzo y su libro mágico saben. Si quieres conocer la historia tendrás que inventarla tú.
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