Maribella y Hormigona

Había un jardín lleno de hermosas flores y frondosos árboles muy bonitos. Allí vivían dos grandes amigos: la mariposa Maribella y la hormiga Hormigona. A Maribella le encantaba volar de flor en flor, mientras que Hormigona disfrutaba trabajando, buscando comida para su colonia.

Un día, la mariposa Maribella encontró a a la hormiga Hormigona trabajando muy duro y le preguntó:

—¿Por qué trabajas tanto? ¿No quieres jugar conmigo?

—Tengo que trabajar para mantener a mi colonia, eso es más importante que jugar y divertirse —respondió la hormiga Hormigona.

Entonces, la mariposa Maribella tuvo una idea.

—Vamos a dar un paseo juntos. Te mostraré cosas bonitas que hay en el jardín y podrás descansar un poco.

—Vale, pero solo un rato, que tengo mucho trabajo —accedió la hormiga Hormigona.

Juntos pasearon por el jardín. Vieron muchas flores, abejas, pájaros, más mariposas y más hormigas. También encontraron un arroyo con agua fresca y un árbol con muchas hojas que hacían sombra.

—Vamos a sentarnos un ratito aquí, Hormiga.

—Vale, pero solo un ratito.

Después de unos minutos disfrutando del paisaje, la hormiga Hormigona le dijo a su amiga:

—¡Qué bonito es el jardín, Maribella! Gracias por enseñármelo. Como siempre estoy trabajando, nunca me había fijado en lo maravilloso que es.

—Pero no podemos quedarnos mucho rato aquí, Hormigona —dijo Maribella—. Si no vuelves pronto se hará de noche y no terminarás tu tarea. Pero no te preocupes, que podemos volver otro día.

—Uy, es verdad, tengo que irme —dijo la hormiga Hormigona.

—Si quieres, te puede ayudar —dijo la Mariposa Maribella.

La hormiga Hormigona miró a su amiga con la cara un poco torcida por lo raro que le parecía aquello y le preguntó:

—¿Por qué querrías ayudarme? ¿No prefieres mariposear por ahí, de flor en flor?

—No, prefiero ayudarte. Así podremos pasar más tiempo juntas otro día disfrutando del jardín.

—¡Gracias, Maribella! ¡Qué buena amiga eres!

Desde entonces, Maribella y Hormigona se ayudan la una a la otra, cada una en lo suyo. Porque tan importante es disfrutar de las cosas bonitas de la vida como trabajar y cumplir con tus responsabilidades.