Mon y Cora, equipo de rescate
Síguenos en:

Mon y Cora, equipo de rescate

Edades:
A partir de 4 años
Mon y Cora, equipo de rescate A Mon no le gustaba cazar ratones. Le molestaba que, por el mero hecho de ser un gato, todo el mundo creyese que tenía que ser un ágil y astuto cazador. A Mon lo que le gustaba era tumbarse panza arriba al sol, que le rascasen la cabeza y olisquear cada rincón de la casa. El resto de gatos que había en la casa, situada en una gran finca con árboles, estanque y huerta, se reían de Mon. Le señalaban y gritaban que no es que no quisiera cazar, sino que en realidad no sabía y que por eso no era merecedor de llamarse gato.

-Los felinos en las casas estamos para cazar ratones y musarañas, no se qué pintas aquí si no sirves para nada- le dijo exaltado el gato jefe, Lupo.

En realidad era el gato jefe porque él mismo lo había decidido. Y, como era un mandón que no dejaba hablar a nadie, los otros gatos no se atrevieron a discutirle su liderazgo.

Mon había aprendido a hacer oídos sordos a todas aquellas críticas y ofensas. Pero, como el dueño de la casa también opinaba que los gatos tenían que cazar, acabó echándolo.

-No me sirves para nada y encima te tengo que dar de comer, ¡fuera!

Mon se alejó de la casa con las orejas gachas de tristeza. Buscó un nuevo hogar sin descanso pero, tras dos meses vagando por el pueblo, perdió la esperanza. Un día, cuando ya había tirado la toalla, apareció en su camino una preciosa gata de pelaje blanco y sedoso que se llamaba Cora. Nada más verla, supo que era el amor de su vida.

-Hooooo...la…… -titubeó tímidamente.

Poco a poco empezaron a hablar y, a los pocos días, ya eran inseparables. Cora Mon y Cora, equipo de rescatetampoco cazaba ratones. Es más, los curaba cuando algún otro gato dejaba a uno malherido. No le gustaba que otros gatos maltratasen a los ratones solo para divertirse o pasar el rato. Si se trataba de buscar alimento, la cosa era distinta. Mon y Cora hicieron desde ese momento un equipo perfecto. A los dos años, tuvieron tres cachorros y ampliaron el equipo de rescate. Y así sucesivamente con sus nietos y los hijos que fueron teniendo estos. Porque Mon y Cora fueron solo el comienzo de una larga historia de gatos rescatadores.
Puntuación media: 8,6 (534 votos)
Tu puntuación:
Cuentos con valores similares