Una de las cosas que más le gustaba hacer a Beatriz en casa de su abuela era revolver entre sus cosas de cuando era niña.
Un dÃa, Beatriz encontró un libro muy curioso que llamó la atención. El cuento era maravilloso, con unas ilustraciones preciosas, pero habÃa algo que estaba mal.
—Abuela, este libro tuyo tiene mal una letra.
—¿Cómo dices? ¿Qué cuento?
—Este de Peter Rabbit. Dice que el autor es B. Potter.
—No veo el error.
—Que tendrÃa que ser hache, abuela, hache de Harry.
—¿Harry?
—¡SÃ! Harry Potter, el que estudia Hogwarts, la escuela de magia y hechicerÃa, que pertenece a la casa Gryffindor, y que lucha contra Voldemort, el malo malÃsimo.
—¡Ah! Ya veo. Verás, Beatriz, Peter Rabbit es una historia mucho más antigua que Harry Potter, y la escribió otra Potter que no tiene nada que ver con Hogwarts ni con ese tipo de magia.
—¿Ah, s�
—Esta escritora era la Potter famosa de cuando yo era pequeña. Se llamaba Beatrix Potter.
—¿Beatrix? ¡Como yo! Pero con equis.
—Eso es. Beatriz Potter nació en el año 1866, en una casa llena de animales. Conejos, erizos, cobayas y hasta murciélagos. Le encantaba dibujar a estos animales, pero más le gustaba inventar los suyos y dibujarlos. También disfrutaba retratando la naturaleza en sus viajes a lugares maravillosos.
—Y eso lo reflejó en sus cuentos.
—En sus cuentos, y también en sus ilustraciones.
—¿También dibujaba?
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€”SÃ, también. Y era muy curiosa. Estudiaba cosas como antigüedades, insectos e incluso hongos. Y era un problemas, porque en aquellos tiempos lo de ser mujer cientÃfica… era muy complicado.
—Eso no es justo.
—Tienes razón, no lo era. Pero Beatrix no se dejó desanimar. Decidió que si no podÃa ser cientÃfica, entonces serÃa escritora. Asà fue como comenzó a escribir y a ilustrar historias de animales, como el de Peter Rabbit.
—¡Wala! ¿Tienes más libros de Beatrix Potter?
—Vamos a buscarlos. Te van a encantar.