El armario de la limpieza
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El armario de la limpieza

Edades:
A partir de 3 años
El armario de la limpieza En la casa de los señores Fernández hay un cuarto, dentro de ese cuarto un armario y dentro de ese armario una multitud de cosas para limpiar. Sí, sí, estamos hablando del cuarto de la limpieza. En ese gran armario azul hay una escoba, un recogedor, hay estropajos, hay botes de productos para la limpieza, hay trapos, hay un cubo, una fregona y muchas cosas más.

Es un armario tan especial que sus objetos tienen vida. Pero no digas nada, pero debes saber que cuando su dueño o dueña los llama salen a trabajar por la casa. Todos los domingos salen a hacer su actividad de la limpieza cuando les organizan las tareas los señores. Pero un día algo cambió por lo que sucedió a primera hora de la mañana.
- Buahhh, buahhhh, lo siento chicos. No puedo más -dijo la fregona.

- ¿Qué te pasa? -dijo asustado el limpiacristales.

- Me siento discriminada, estoy muy cansada al final vosotros trabajáis un día a la semana pero yo cada vez que pasa algo, me sacan a trabajar. Si cae algo de aceite al suelo, la fregona, si mancha el niño algo en la habitación llaman a la fregona, si se moja el suelo con el agua de la ducha, la fregona.

- Menuda tontería -gritó la escoba- ¡Qué ibas a ser tú sin mí! No puedes hacer nada sin haber recogido yo antes.

- Claro, claro y ¿sin mí? -dijo el recogedor-. No podríais hacer nada ninguno.

- Bueno, ¿para qué nos sirve enfadarnos así? Se van a molestar los señores.

- Buah, buahhh -seguía llorando la fregona-. Haced lo que querías, yo hoy no voy a trabajar.

Hubo un revuelo en el armario, algunos objetos se escondieron, otros salieron a hacer su trabajo. Cuando el señor Fernández recorrió la casa se dio cuenta de que las cosas no estaban como otras veces. Hablo con la señora Fernández y los dos se pusieron delante del armario.

Nada más abrir la fregona pegó un gritito y los señores le dijeron:
- ¿Qué pasa hoy fregona?
No le dio tiempo a contestar, se armó un gran revuelo y todos querían contestar a los señores, unos para dar explicaciones, otros para disculparse y otros para mostrar su enfado por los que no limpiaron.

Cuando el señor Fernández se cansó les dijo solo unas palabras:

- Chicos y chicas, al final os ha pasado lo que nos pasa muchas veces a los seres humanos. Qué hemos dejado de lado que como mejor trabajamos y convivimoEl armario de la limpiezas es cuando trabajamos en equipo y sabemos apreciar el trabajo de los demás. Entiendo que no todos tenéis las mismas funciones y que tu fregona, puedes estar cansada. Nosotros agradecemos mucho tu trabajo y espero que tus compañeros en vez de atacarte entiendan lo que dices. No pasa nada, cuando trabajamos en equipo es bueno que nos comuniquemos y si hoy necesitas descansar no pasa nada.
Parece que todos los utensilios del armario se quedaron escuchando y parecían más tranquilos.
- ¿Os puedo pedir que os deis un abrazo? -dijo la Señora Fernández
Y todos los miembros del armario azul decidieron tranquilizarse y volver a ser lo que habían sido siempre un equipo. Se dieron un fuerte choque entre todos y se propusieron el próximo domingo limpiar juntos mejor que nunca.
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