El reino escondido de las cavernas
Síguenos en:

El reino escondido de las cavernas

Edades:
A partir de 4 años
El reino escondido de las cavernas La pequeña Lola estaba paseando por el bosque, como solía hacer para alejarse de los demás niños. Pasaba tanto tiempo allí que conocía aquel lugar como la palma de su mano. O ese creía ella. Un día se despistó y llegó hasta una cueva secreta que la llevó a un mundo subterráneo mágico. Allí, conoció a Tomy, un topo muy curioso que tenía unas enormes gafas.

—¡Hola! —dijo Lola.

—¡Hola! —respondió Tomy—. Bienvenida al Reino de las Cavernas. Soy Tomy, y soy un poco diferente a los demás topos. Me expulsaron de mi colonia porque no me parezco a ellos.

Lola sintió que algo se le movía por dentro.

—Yo también soy diferente, Tomy —confesó Lola—. Los niños en mi colegio se burlan de mí. Pero, ¿sabes qué? Creo que ser diferente es lo que nos hace especiales.

Tomy sonrió y se sintió un poco mejor.

—Ven, ten enseñaré este lugar —dijo Tomy.

Juntos, comenzaron a explorar el Reino de las Cavernas. Pasaron por la Cueva de los Cristales, donde las piedras brillaban con colores brillantes.

También cruzaron el puente de los Tres Miedos: miedo a las alturas, miedo al balanceo y miedo a que se rompiera el puente.

Luego atravesaron el Túnel de Fe.

—Por ahí no quepo —dijo Lola.

—Confía en mí: cabrás —dijo Tomy—. El túnel se hace más ancho a medida que lo necesitas.

Y por fin llegaron a la Ciudad Topo, donde vivían muchos topos.

Nada más llegar, la Reina Topa les pidió ayuda. Sombra, una criatura oscura y misteriosa, había robado la Luz del Reino de las Cavernas y se había escondido en el Laberinto Funesto

—Sé que nos hemos portado mal contigo, Tomy, pero tú eres el único que puede recuperar la luz— dijo la Reina Topa—. ¡Eres el único que tiene gafas!

—Lo haré —dijo Tomy.

—Yo te ayudaré, Tomy —dijo Lola.

Tomy y Lola recorrieron el Laberinto Fujnesto y buscaron a Sombra durante horas. Cuando lo encontraron, no sabían muy bien qué hacer.

—¿Y si se lo pedimos por favor? —dijo Lola—. A mí me dicen que soy rara porque soy muy educada, siempre pido las cosas por favor y doy las gracias.

—No perdemos nada por intentarlo —dijo Tomy.

Lola respiró hondo, puso su cara más amable y le dijo a Sombra:

—Disculpe, señor Sombra. ¿Sería usted tan amable de devolvernos la Luz del Reino de las Cavernas? La Reina Topa está muy preocupada y teme por el futuro de su pueblo.

El reino escondido de las cavernas—Y ¿qué voy a hacer yo sin esta luz? —dijo Sombra—. ¿Qué será de mí?

—Seguro que encontramos una solución entre todos —dijo Lola—. Podría usted acompañarnos a Ciudad Topo. Seguro que la Reina Topa estará encantada de echarle una mano.

Juntos volvieron a Ciudad Topo. La Reina Topa aceptó a Sombra en la ciudad para compartir la luz. Así todos consiguieron lo que necesitaban.

Tomy fue nombrado ciudadano ejemplar y, a partir de entonces, todos le admiraron.

Cuando Lola regresó a su mundo, ya no tenía miedo de ser diferente. En vez de esconderse, compartió su historia. Desde entonces, todos la respetan. Y muchos han empezado a hablar como ella, con respeto y educación. Ahora el cole es un sitio mucho más agradable para todos.
Puntuación media: 8,3 (237 votos)
Tu puntuación:
Cuentos con valores similares