El viaje de Goti y el arcoíris
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El viaje de Goti y el arcoíris

Edades:
A partir de 4 años
El viaje de Goti y el arcoíris Había una vez una gota de agua muy curiosa llamada Goti. Goti siempre había querido saber cómo se formaba el arcoíris. Pero nadie se lo contaba. Era un auténtico misterio. ¿O sería magia?

Un día, mientras caía con la lluvia, la pequeña gota sintió una suave brisa que la empujaba de un lado a otro.

—¡Hola, Goti! —dijo la brisa—. Soy Vientote. He escuchado que quieres saber cómo se forma el arcoíris. ¿Te gustaría que te llevara a descubrirlo?

—¡Sí, por favor! —respondió Goti emocionada.

Vientote llevó a Goti a través del cielo hasta el lugar donde brillaba Solete, una figura sabia y luminosa.

Solete sonreía con calidez mientras Goti y Vientote se acercaban.

—Hola, Goti. Hola, Vientote —saludó Solete—. He oído que quieres aprender sobre el arcoíris. Déjame presentarte a mis amigos, los colores.

Primero, apareció Rojo, un color valiente y decidido.

—Hola, Goti. Yo soy Rojo. Un día enfrenté una gran tormenta para proteger a todos los demás colores. Gracias a mi coraje, aprendimos a trabajar juntos.

Luego llegó Naranja, alegre y creativo.

—¡Hola! Soy Naranja. Organicé una gran fiesta de colores para mostrar la importancia de la cooperación y la felicidad. Cuando los colores se unen, podemos crear cosas maravillosas.

Amarillo, brillante y optimista, se acercó después.

—Hola, Goti. Soy Amarillo. Durante una época oscura, brillaba intensamente para recordarles a todos que la luz siempre regresa después de la oscuridad. La esperanza nunca debe perderse.

A continuación, Verde, calmado y rejuvenecedor, habló.

—Hola, Goti. Soy Verde. Llevé a los colores a un valle verde para que descansaran y se renovaran. La naturaleza nos enseña a cuidar y a recuperar nuestras fuerzas.

Azul, tranquilo y sabio, saludó con serenidad.

—Hola, Goti. Soy Azul. Enseñé a los colores a encontrar paz en sus corazones, a calmarse y a pensar antes de actuar. La tranquilidad es una gran aliada.

Luego, Índigo, misterioso e intuitivo, se presentó.

—Hola, Goti. Soy Índigo. Guie a los colores a través de un misterioso bosque usando mi intuición. A veces, debemos confiar en nuestros instintos para encontrar el camino correcto.

Finalmente, Violeta, mágico y espiritual, se unió al grupo.

—Hola, Goti. Soy Violeta. Les enseñé a los colores a soñar y a ver la magia en el mundo. Siempre hay algo maravilloso esperando ser descubierto.

GEl viaje de Goti y el arcoírisoti escuchó las historias de cada color con los ojos y los oídos bien abiertos, asombrada por lo que cada uno había vivido y enseñado. Solete se inclinó hacia Goti y dijo:

—El arcoíris se forma cuando mi luz atraviesa gotas de agua como tú, Goti. Cada gota de agua descompone la luz en estos hermosos colores, y juntos crean el arcoíris. La cooperación de todas las gotas de agua, la ayuda de Vientote y mi luz hacen posible esta maravilla.

Goti sonrió. Acaba de descubrir el misterio del arcoíris. Junto a sus nuevos amigos, Goti se sentía parte de algo grandioso y especial. Desde entonces, cada vez que llovía y Solete brillaba, Goti y las demás gotas de agua se unían para crear el hermoso arcoíris, recordando siempre las historias y enseñanzas de los colores.

Y así, Goti descubrió que la magia del arcoíris era el resultado de la colaboración, la amistad y la belleza de cada color.
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