La alianza del Bosque de las Maravillas
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La alianza del Bosque de las Maravillas

La alianza del Bosque de las Maravillas En el corazón del Bosque de las Maravillas, la liebre Freya saltaba alegremente. Su mejor amigo, el búho Félix observaba todo desde las alturas. Mientras tanto, la marmota Iris reía y jugaba a esconder pequeñas joyas en la tierra.

Un día, mientras los tres amigos exploraban cerca del gran roble mágico, Freya notó algo extraño.

—Chicos, ¿veis eso? —dijo, señalando las marcas en el suelo y los árboles talados.

Félix aterrizó suavemente y frunció el ceño.

—No me gusta esto. Algo no anda bien.

Iris salió de uno de sus escondites y preguntó:

—¿Quién haría algo así?

—Tenemos que descubrirlo —dijo Freya.

Así, los tres amigos comenzaron su investigación. Después de preguntar a varios animales y a un montón de hadas, se enteraron de que un grupo llamado “los desalmados” estaba detrás de todo esto.

Una tarde, los tres amigos se escondieron en la cueva espejada y observaron a los desalmados en acción. Lo que vieron les rompió el corazón. Los desalmados, con sus formas sombrías, arrancaban plantas y talaban árboles sin consideración.

Félix susurró:

—Debemos detenerlos, pero primero debemos entender por qué lo hacen.

Freya tuvo una idea.

—¿Qué pasaría si intentáramos hablar con ellos? Quizás solo necesiten recordar la magia de este lugar.

Iris asintió:

—Tal vez hayan olvidado lo hermoso que es este bosque.

Al día siguiente, en el prado luminoso, los amigos se encontraron con los desalmados. Freya, con valentía, dio un paso al frente y dijo;

—Por favor, deteneos. Este bosque es nuestro hogar.

Uno de los desalmados, con voz triste, respondió:

—Hemos olvidado lo que es tener un hogar.

Freya, sorprendida, preguntó:

—¿Cómo es posible?

El desalmado miró al suelo.

—Antes éramos como vosotros, pero perdimos nuestra conexión con la naturaleza y nos convertimos en lo que ves ahora.

Félix, con las lágrimas a punto de saltar de sus grandes ojos, dijo:

—Entonces, déjanos ayudaros. Juntos podemos restaurar este bosque y encontrar vuestro lugar en él nuevamente.

CLa alianza del Bosque de las Maravillason el poder de la magia del bosque, y con la ayuda de todos los seres del Bosque de las Maravillas, trabajaron día y noche. Los árboles volvieron a crecer, los ríos volvieron a fluir, y los desalmados comenzaron a cambiar, recuperando su forma original.

Iris sonrió al ver a uno de los desalmados, ahora una mariposa luminosa, volar a su lado.

—Bienvenida de nuevo, amiga.

La mariposa respondió:

—Estamos muy agradecidos. Gracias a vosotros, hemos aprendido la importancia de cuidar nuestro hogar.

Freya, mirando a su alrededor, dijo:

—Este bosque es un regalo. Es nuestro deber protegerlo y cuidarlo, porque cuando lo hacemos, cuidamos de todos nosotros.

Y así, el Bosque de las Maravillas volvió a ser un lugar lleno de magia y alegría, donde todos sus habitantes vivían en armonía y paz.
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