La bruja Taruja
Síguenos en:

La bruja Taruja

Edades:
A partir de 4 años
La bruja Taruja La bruja Taruja se creía más guapa que las demás brujas. En realidad, era un poco más agraciada que las demás. Todas las brujas miraban con cierta envida a la bruja Taruja, que se paseaba de acá para allá luciendo sus encantos y haciendo ver a las demás lo feas que eran.

Hasta que un día la bruja Taruja se hartó de estar entre brujas tan feas y decidió irse a la aldea de las hadas, que eran mucho más guapas.

Con sus mejores galas, la bruja Taruja se plantó en la aldea de las hadas, pidiendo que la admitieran.

—¿Por qué querríamos tenerte entre nosotras, bruja Taruja? —preguntó el hada Tocada.

—Porque son más guapa que las demás brujas y quiero estar entre gente bella como vosotras —dijo la bruja Taruja.

—Pero eres una bruja —dijo el hada Tocada.

—Sí, una bruja, pero una bruja guapa, como vosotras —insistió la bruja Taruja..

—Guapa para ser bruja, porque entre nosotras resultas fea —dijo el hada Tocada, que no parecía con ganas de admitirla.

—¿Me admitís o no? —preguntó, nerviosa, la bruja Taruja.

—No —dijo, tajante, el hada Tarada.

—¿No me admitís por ser más fea que vosotras? —preguntó la bruja Taruja.

—No, te equivocas —dijo el hada Tocada—. A nosotras nos da igual que sea más guapa o más fea, sino por ser bruja.

La bruja Taruja se fue de allí, desconsolada, y regresó a la aldea de las brujas.

—No eras lo suficientemente guapa para estar entre las hadas, ¿eh? —se burlaron las demás brujas.

—No me han admitido por bruja —dijo la bruja Taruja.

La bruja Taruja—Sí, sí, seguro —decían las otras brujas.

Desde entonces, ninguna bruja hizo caso a la bruja Taruja, porque a ninguna le gustó que se creyera más que las demás, tanto como para creerse con derecho a irse a otro lugar que consideraba mejor.

Porque ser guapa o fea no es lo que importa, sino lo que llevamos en nuestro interior. Y si repudiamos a los nuestros creyéndonos mejores, no puede extrañarnos que nos den de lado cuando no nos quede más remedio que volver, humillados y avergonzados.
Puntuación media: 8,8 (178 votos)
Tu puntuación:
Cuentos con valores similares