Mercedes llegó muy apurada a casa. Tenía una tarea importante que hacer y, por primera vez en su vida, no sabía cómo hacerla.
-Mamá, tengo que hacer un trabajo para el cole, pero el profesor nos ha dicho que hay que hacerlo sin consultar en Internet. ¡¿Cómo, si puede saberse, voy a hacer un trabajo sin usar Internet?! ¡Es de locos!
-En mis tiempos no había Internet y hacíamos también muchos trabajos para clases, ¿sabes? -dijo Antonia, la madre de Mercedes.
-Sí, ya lo sé, usábais enciclopedias y esas cosas -dijo Mercedes-. Pero, por si no te has dado cuenta, en casa no tenemos enciclopedia. ¿Cómo era eso que dijiste una vez? ¡Ah, sí, ya recuerdo! Decías que tener una enciclopedia es un gasto inútil, porque todo se puede encontrar en Internet.
-Seguro que encontramos a alguien que tenga enciclopedia, no te preocupes -dijo Antonia.
-Pero es lo que va a hacer todo el mundo, mami -dijo Mercedes-. El profesor dijo que también contaría para la nota la forma de recopilar la información. Y yo quiero ser más original que los demás.
-De acuerdo, pues entonces tal vez deberías empezara pensar dónde encontrar la información que buscas, ¿no crees? -dijo Antonia-. ¿Sobre qué trata el trabajo?
-Pues ese es el primer problema -dijo Mercedes-. Hoy es 14 de marzo. El profesor de matemáticas nos ha pedido que hagamos un trabajo que tenga que ver con este día, y no tengo ni idea de a qué se refiere. Y no quiero hacer trampas.
-14 de marzo, 14 del 3… -empezó a decir Antonia-. Piensa en otras formas de decir la fecha.
-En inglés, al decir la fecha se pone primero el mes -dijo Mercedes-. Mes 3, día 14.
-Tres catorce -dijo Antonia.
-¡Tres catorce dieciséis! -gritó Mercedes-. ¡El número Pi!
-Tengo un amigo que es profesor de matemáticas en la facultad -dijo mamá-. Puedo llamarle, a ver si puede atenderte.
Al día siguiente, Mercedes llegó toda orgullosa al colegio. Le había llevado toda la tarde, pero había hecho un trabajo excepcional.
-¿Algún voluntario o voluntaria? -preguntó el profesor de matemáticas.
-¡Yo! -dijo Mercedes.
-Adelante, cuéntanos algo de lo que has descubierto y cómo lo has hecho.
Mercedes se levantó y se dirigió a sus compañeros.
-El día 14 de marzo se celebra el Día del Número Pi. Mes 3, día 14…. Una curiosidad, ya sabéis, el número Pi, tres catorce dieciséis, etcétera. Pues bien, el número pi es un número con mucha historia. Fui a visitar a una persona muy puesta en estos temas y me contó el número Pi ha sido un número muy estudiado a lo largo de la historia. El nombre fue propuesto por primera vez en el siglo XVIII, por el matemático galés William Jones. Pero el concepto es mucho más antiguo. Se describe por primera vez en el año 1.800 antes de Cristo, en el Antiguo Egipto. También hay referencias en la Antigua Mesopotamia, incluso en la Biblia. El matemático griego Arquídemes, en el siglo III antes de Cristo, consigue darle un valor aproximado. Desde entonces, hay referencias en toda la historia en diferentes cultura.
Pero fue matemático japonés Takebe el que empezó a calcular el número Pi en el año 1722, utilizando el mismo método expuesto por Arquímedes, y consiguió determinar hasta 41 decimales.
En 1789 el matemático esloveno Jurij Vega, usando una fórmula descubierta varias décadas antes, fue el primero en averiguar los primeros 140 decimales del número Pi. Aunque no todos era correctos, solo los primeros 126. Cinco décadas William Rutherford calculó 208 decimales, aunque solo eran correctos 152.
La obsesión por descifrar el número Pi no cesó. William Shanks, un matemático inglés aficionado, dedicó 20 años a investigar este número, y consiguió, en 1873, encontrar 707 decimales. Pero no fue hasta 1944 cuando Ferguson encontró un error, a partir del cual toda la serie era errónea, en el decimal que ocupaba el lugar 528. En 1948, con la ayuda de una calculadora electrónica., Ferguson recalculó el número Pi. Desde entonces se ha seguido investigando, y a día de hoy se conocen 1,2 trillones de decimales.
-Como veréis, chicos y chicas, se puede aprender mucho sin necesidad de consultar en Internet -dijo el profesor-. Solo hay que saber a quién preguntar. ¿A quién dices que has preguntado tú, Mercedes?
-Mi madre tiene un amigo que es catedrático de historia en la universidad -respondió Mercedes.
-Lo que yo decía. No hay nada como estar bien relacionado, no cabe duda -dijo el profesor. Y continuó con la clase, dando la palabra a todo aquel que tenía algo que añadir, que todavía era bastante, pues el número de Pi es mucho número, de eso tampoco cabe ninguna duda.