Las máquinas de coser del abuelo Tomás
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Las máquinas de coser del abuelo Tomás

Edades:
A partir de 6 años
Las máquinas de coser del abuelo Tomás Adriana estaba trasteando en casa del abuelo Tomás. La casa del abuelo Tomás era en realidad un caserón de pueblo, de esos enormes en los que se guardan todo tipo de cosas, en los que parece que se ha parado el tiempo.

-Abuelo, ¿qué guardas arriba, tras la puerta cerrada que hay al fondo del pasillo de la derecha? -preguntó un día Adriana.

-Te he dicho muchas veces que no debes jugar en esa parte de la casa -le dijo el abuelo Tomás, un poco arisco.

-Ya, por eso me interesa tanto saber qué hay allí -dijo Adriana.

-Sois un poco descarados los niños de hoy en día, me parece a mí -dijo el abuelo Tomás.

-Por favor, abuelo, dime qué hay tras esa puerta… -insistió Adriana, poniendo cara de buena, intentando ablandar al abuelo Tomás.

-Supongo que ya tienes edad para ver el gran tesoro de la familia -dijo el abuelo.

-¡Tesoro! ¿Qué tesoro? -dijo Adriana, muy emocionada.

-Ven. Te lo enseñaré.

Abuela y nieta subieron las escaleras. El abuelo, con gran parsimonia. La nieta, nerviosa como nunca. Pero cuando el abuelo abrió la puerta y destapó lo que allí se escondía….

-¡A esto llamas tú tesoro! -exclamó Adriana, visiblemente contrariada-. Pero, ¡si no son más que viejas máquinas de coser, abuelo! Esto no sirve para nada.

-¿Sabes cuántos años tienen estas máquinas, Adriana? -preguntó el abuelo, sin inmutarse.

-Pues… no sé…. tampoco tendrán tantos años -dijo Adriana-. Son simplemente viejas, como la mayoría de las cosas que hay en esta casa.

-Son antiguas, Adriana, son antiguas -dijo el abuelo Tomás-. No es lo mismo.

-No te quedes conmigo, abuelo, que la máquina de coser es un invento reciente -dijo Adriana.

-¿Eso crees? -preguntó el abuelo-. Dime, ¿cuándo crees tú que se inventaron las máquinas de coser?

-No sé, ¿a mediados del siglo XIX? -dijo Adriana-. Eso es ya bastante antiguo, ¿no?

-Las máquinas de coser del abuelo TomásDebes saber que la primera máquina de coser se inventó en el año 1790, jovencita -dijo el abuelo-, y se le atribuye a Thomas Saint. Se trataba de una máquina muy rudimentaria, pero abrió paso a una tecnología que ayudó a expandir la industria textil.

Este dato despertó la curiosidad de Adriana, que se puso a examinar las máquinas, así como los papeles que había junto a ellas.

-¿Sabías que la alta costura no utilizó la máquina de coser hasta la década de 1960? -preguntó el abuelo.

-Vaya, abuelo, sí que sabes. Y con todo lo que hay aquí parece que quieras abrir un museo, con tanta máquina y tanta información que hay por aquí -dijo Adriana.

-Tal vez algún día, quién sabe -dijo el abuelo.
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