Viaje mágico a SOSland
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Viaje mágico a SOSland

Edades:
A partir de 6 años
Viaje mágico a SOSland En Villaverde no se desperdiciaba nada. Lo que no se puedo reutilizar, se reciclaba. Y lo que no se podía ni reutilizar ni reciclar, se llevaba a un punto limpio que estaba siempre limpio, porque absolutamente todo se procesaba nada más llegar.

Allí vivía Enzo, un muchacho inquieto y curioso que no podía parar quieto ni un minuto. Su cuerpo solo paraba cuando su cabeza estaba ocupada leyendo o pensando.

Un día, mientras exploraba en la vieja casa familiar, Enzo encontró una caja de madera llena de objetos que llamaron su atención. Entre ellos había un mapa antiguo y desgastado. El mapa mostraba un camino hacia un lugar del que nunca había oído hablar: SOSland.

Enzo, emocionado por la posibilidad de vivir una nueva aventura, llamó a Arya, su mejor amiga, y le mostró el mapa.

—¿Qué crees que significará esto? —preguntó Arya.

—Creo que es un mundo en peligro —dijo Enzo—. ¿Por qué, si no, iba a llevar SOS en el nombre, así, en mayúsculas?

—SOS, el mensaje de auxilio, tienes razón —dijo Arya.

Juntos, decidieron seguir las pistas del mapa y emprender el viaje a SOSland.

Siguiendo las indicaciones del mapa, Enzo y Arya llegaron a un enorme árbol en el bosque.

—¡Qué árbol tan extraño! —exclamó Arya.

—No entiendo muy bien lo que dice el mapa, pero parece que tenemos que subir al árbol —dijo Enzo.

Cuando llegaron a la parte más alta, oculto entre las ramas y las hojas, Enzo y Arya encontraron un portal mágico que los transportó a un lugar desconocido.

—¿Dónde estamos? —preguntó Enzo.

—Estamos en SOSland, amigo —dijo Arya.

—Imposible, este lugar es maravilloso, más verde y más limpio que Villaverde —dijo Enzo—. Este lugar no está en peligro. Fíjate, qué feliz es la gente, qué aire más puro se respira, qué cielo más limpio.

—No entiendo nada —Arya.

—Vamos a preguntar a aquellas personas de allí, las que están sentadas bajo aquel enorme manzano —dijo Enzo.

Los dos amigos se acercaron con cautela, para no asustar a la gente.

—Disculpe, señora, ¿podría usted ayudarnos? —dijo Arya.

—¡Hola! Por supuesto. ¿Qué necesitáis? —dijo la señora.

—Hemos llegado aquí a través de un árbol y no sabemos dónde estamos —dijo Arya.

—No me lo digas: una gran encina milenaria con un tronco enorme —dijo la señora—. Sí, es vieja amiga trae visitantes a SOSland muy a menudo.

—¿Esto es SOSland? —preguntó Enzo—. ¿Qué peligro corre este lugar?

—Peligro ninguno —dijo la señora—. ¿De dónde habéis sacado esa idea?

—Del nombre de este lugar —dijo Enzo—. SOS es la señal internacional del peligro.

—Ah, entiendo, pero es eso —dijo la señora—. SOS, en este lugar, viene de sostenibilidad.

—¡Vaya! Ahora entiendo muchas cosas —dijo Arya.

—¿Lo consiguen con magia? —preguntó Enzo.

—No, lo conseguimos con responsabilidad, esfuerzo y amor por nuestra tierra —dijo la señora—. Aquí cuidamos de todo y de todos con mucho amor.

—Se nota —dijo Enzo—. Ni siquiera Villaverde ha conseguido esto.

—Por aquí han pasado más vecinos vuestros —dijo la señora—. Y cada vez que alguien vuelve, se lleva nuevas ideas para mejorar la ciudad.

—¡Nos toca! —canturrearon Enzo y Arya, emocionados ante la idea de ser los nuevos renovadores de Villaverde.

La señora los acompañó a visitar SOSland. Enzo y Arya preguntaron, observaron, tomaron notas y discutieron ideas con la gente del lugar.

Viaje mágico a SOSland—Id a la biblioteca y preguntad a la bibliotecaria por el Club de los Reformadores —dijo la señora—. Todos sus miembros han pasado por aquí.

Cuando volvieron a casa, Enzo y Arya hicieron lo que les había sugerido la amable señora de SOSland.

Allí encontraron a la abuela de Enzo, a un tío abuelo de Arya y otras dos personas más ancianas todavía.

—Vaya, ya era hora que la vieja encina enviara gente joven a SOSland —dijo el abuelo de

Enzo no se lo podía creer.

—¿Abuela? —dijo.

—Vamos, vamos, no os quedéis ahí —dijo ella—. Tenéis que contarnos qué habéis descubierto en SOSland y os tenemos que poder al día de cómo funcionan las cosas en este club.

Enzo y Arya se convirtieron en los nuevos líderes de aquel club tan curioso y se ocuparon de poner en marcha las nuevas ideas que se habían traído de SOSland.

—A ver si vosotros conseguís que todas estas iniciativas lleguen más lejos, ¿eh? —dijo el miembro más anciano del club.

—Ese será nuestro nuevo reto —dijo Ayra.

Y ahí están, trabajando duro. Porque hay mucho trabajo que hacer. ¿Te apuntas?
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