Aventuras en el desván
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Aventuras en el desván

Edades:
A partir de 4 años
Aventuras en el desván Laura había llorado hace una hora porque no quería pasar la tarde del domingo recogiendo en el desván y se había enfadado mucho con sus papas. Ahora ya estaba más tranquila y decidió subir a colocar la multitud de cosas que había en ese gran trastero que tenían en la parte de arriba de su casa.

Nada más entrar por la puerta, Laura vislumbró al fondo un baúl con un montón de juguetes y pensó que quizá la tarde no fuera a ser tan aburrida. Se acercó a la gran caja de madera y empezó a sacar cosas. Había de todo, unos patines verdes de sus primos, una muñeca con un traje de color oro de cuando mamá era pequeña, un peluche que era un lagarto, una casita con cosas dentro y muchas cosas más.

Al sacar todos los juguetes Laura vio de repente que todo eso había estado apoyado en un objeto plateado que brillaba sin parar. Intentó sacarlo con todas sus fuerzas y, cuando lo cogió, se dio cuenta de que era… ¡un cohete!

Era lo suficientemente grande como para poder sentarse un poco encima. Cuando se disponía a sentarse sobre el cohete, la niña encontró un papel que ponía: "Despegue Directo".

¿Sería un papel de broma? Laura fue a asomarse por la puerta a ver si se acercaba alguien decidida a pulsar el botón y poner a prueba el juguete. No parecía venir nadie al desván, así que abrió la ventana, limpió el cohete y lo colocó mirando hacia ella. Se reía divertida estando segura de que no pasaría nada al tocar el botón, pero le gustaba jugar a ser astronauta. Una, dos… y ¡tres!

Se equivocó. De repente, el aparato dio un fuerte golpe y Laura salió disparada por la ventana. Era increíble cómo cogía velocidad. Casi no le daba tiempo a ver todo lo que había a su alrededor mientras sobrevolaba la ciudad. Y no sólo la ciudad. Cuando se dio cuenta de que iba directa al sol empezó a gritar.

-AHHHHHHHHHH!!! ¡Qué me voy del planeta Tierra!!

Intentó buscar cómo podía parar el cohete, pero no había forma. Cuando llegó al espacio, el cohete redujo su velocidad, Entonces Laura quedó maravillada del fantástico paisaje que tenía delante. Era increíble lo maravilloso que se veía nuestro planeta desde el exterior, lo brillante que era el negro del universo y, por supuesto, lo especial que era poder ver las estrellas.

Decidió no marcharse sin intentar llevarse una de recuerdo. Se acercó flotando con el cohete y escogió una estrella chiquitita dorada. La acariciaba con cariño cuando, de repente, el cohete empezó a pitar: piiiiiiii puuuuu piii puuuu.

Aventuras en el desvánLaura buscó de donde venía el sonido y salió un letrero en la parte delantera que ponía: "Poco combustible, iniciado el viaje de regreso". Y antes de que a Laura le diera tiempo a reaccionar el aparato sonó muy fuerte y voló rápido de nuevo al planeta Tierra.

Laura iba cogida al cohete, abrazando fuerte a su pequeña estrella. El cohete era tan inteligente que acabó entrando por la ventana de su casa, cayendo fuerte contra la alfombra. Laura se bajó del aparato. Todavía no se creía la enorme aventura que había vivido ella que había llorado por no querer estar ordenando el desván. Pero…. ¿lo había vivido realmente? Supo que sí cuando se dio cuenta que en el desván no había luz y estaba iluminado por su pequeña estrella.
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