El viaje de Fly
Síguenos en:

El viaje de Fly

El viaje de Fly Fly vivía en una galaxia muy lejana, a millones de kilómetros de la Tierra. De hecho, solo había visto el planeta donde habitaban los humanos en fotos. Era tan curioso y aplicado que pronto se convirtió en el primero de su clase. Porque, si en la Tierra los niños aprendían cosas sobre otros planetas como Júpiter y Saturno, en el planeta de Fly estudiaban los planetas vecinos como la Tierra.

Cuando pasó a secundaria, ganó un concurso escolar para viajar hasta aquel planeta lejano e investigar sus costumbres. Fly tenía la idea de que era un lugar lleno de colores, sonrisas y gente buena. Sin embargo, las cosas fueron algo diferentes cuando aterrizó.

Al llegar, Fly no entendía muy bien cómo funcionaban las cosas en la Tierra y se sorprendía cada poco por algunos comportamientos. Por ejemplo, vio como en el patio del colegio unos niños le quitaban la merienda a otro o como en el autobús nadie le cedía el asiento a una señora anciana.

Fly el extraterrestre se preguntaba todo el tiempo el porqué de aquellos comportamientos que nunca se había imaginado cuando estudiaba la Tierra en los libros. Tras tres meses de estancia, volvió algo desilusionado a su casa. Le costó mucho escribir el trabajo que tenía que entregar sobre tu estancia, pero al final encontró cosas buenas. Las encontró porque, en vista de lo desilusionado que estaba, la escuela le permitió volver en un segundo viaje.

En estEl viaje de Flya nueva estancia, Fly pudo conocer a gente maravillosa. Pudo desterrar la idea de que todo el mundo en la Tierra era egoísta y presuntuoso. Encontró grupos de vecinos que se intercambiaban favores, jóvenes que hacían compañía a ancianos solitarios o personas que siempre estaban dispuestas a ayudar a otras sin pedir nada a cambio. Porque, como aprendió gracias a esa gratificante experiencia, no se puede generalizar y lo importante es conocer las cosas por uno mismo.
Puntuación media: 8,2 (1095 votos)
Tu puntuación:
Cuentos con valores similares