Las jornadas deportivas
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Las jornadas deportivas

Edades:
A partir de 6 años
Las jornadas deportivas Llegaron las jornadas deportivas al Colegio Pumarado. Muchos niños se ponían contentos porque tenían dos mañanas enteras para saltar, jugar al baloncesto, al fútbol, compartir el tiempo con sus compañeros e incluso ver demostraciones de deportistas que se acercaban al colegio para compartir sus experiencias.

A Laura no le gustaban nada esas jornadas porque ella no entendía que tenía de divertido practicar un deporte. La mayoría de ellos eran difíciles, se cansaba, competía con sus compañeros y al final no llegaba a hacer las cosas bien.

Este año se le ocurrió decirle a su madre que si podía no ir al colegio.Su madre se quedó muy extrañada y le dijo:

-Pero hija, si mañana son las jornadas deportivas. Te lo pasarás bien. ¿Conoces todos los deportes? Seguro que descubres alguno que te guste.

-No, no me gusta hacer deporte.

-Mira, hacemos una cosa, si pruebas todos los deportes y me cuentas lo que has hecho en cada uno qué es lo que más te gustó y qué es lo que no me convencerás de que no te gusta hacer deporte.

La mamá conocía a Laura y sabía que había hecho alguna vez algún deporte , pero que muchas veces no quería jugar y se perdía la parte divertida.

Al día siguiente Laura fue al colegio e intentó cumplir lo hablado con mamá. Empezaron las jornadas y sus amigas cogieron sus balones y se fueron a practicar baloncesto. Laura no sabía si acompañarlas y se quedó parada. De repente una mujer se le acercó y le dijo:

-Hola. ¿Cómo te llamas?

- Laura ¿Y tú?

-Me llamo Sara. Soy entrenadora de pádel. ¿Te gusta?

-Uhmmm, no sé lo que es.

- ¿Quieres venir conmigo? Hemos creado una pista en la cancha de tenis del colegio. Prueba te resultará divertido.

Laura recordó lo que había hablado con su madre y accedió. Cogió de la mano a Sara, que parecía simpática. Cuando llegaron a la pista la simpática mujer le enseñó cómo coger la pala, una especie de raqueta, cómo eran las reglas y algunas cosa más.

Poco a poco se dio cuenta de que se estaba riendo y estaba haciendo cosas. La entrenadora la animaba y ella se sentía bien. Al cabo de una hora Sara le dijo que iban a llegar otros niños y jugar entre todos. Laura se puso nerviosa. Tenía miedo a estropearlo todo. Empezó a pensar si sería mejor irse. entonces Sara llegó y le dijo:

Las jornadas deportivas-¿Qué te pasa, Laura? Es normal que te pongas nerviosa, es un juego nuevo, pero no te preocupes, se trata de moverse, compartir y sentirse bien. No tiene nada que ver con jugar perfecto, ganar y competir con los demás.

A Laura le vinieron bien las palabras de la divertida entrenadora y acabó jugando varios partidos con otros niños del cole que apenas conocía y que parecían buenos.

Cuando llego a casa le dijo a su madre:

-Mamá, tenías razón, me lo he pasado muy bien. He jugado a un deporte que se llama pádel, he conocido amigos nuevos, a una profesora muy buena, me gustaría que tú también la conocieras.

Parece que al final mamá se salió con la suya.
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