Cuentos de primos
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Cuentos de primos

Edades:
A partir de 3 años
Cuentos de primos Un verano, Nerea tuvo que compartir habitación con su primo pequeño. Los padres del niño iban a estar esos meses trabajando y viajando así que Nico se quedaría en casa de Nerea. La verdad es que, en un principio, a la niña no le hizo ninguna gracia tener que compartir su cuarto. Mucho menos con un niño más pequeño que ella. Pensaba que haría ruido y que se lo pondría todo patas arriba.

– No seas egoísta, Nerea. El primo viene solo por una temporada. Cuando acabe el verano volverá a su casa y podrás recuperar tu habitación.

– Claro, pero hasta entonces, la que tiene que dormir con ese mocoso soy yo.

Nerea decía que su primo era aburrido y que lloraba cada dos por tres.

– ¡Ya verás cómo es genial! Yo compartí habitación siempre y es super divertido – intentó animarla su madre.

Nico la seguía a todas partes y la miraba siempre con cara de pena. Nerea pensó que aquel verano se le iba a hacer muy largo. De hecho, así fue al principio, sobre todo por las noches. Nico tenía pesadillas y quería dormir con una pequeña lámpara encendida.

Al principio, Nerea no lo llevó nada bien, pero luego se le ocurrió que leyéndole cuentos en voz alta podría calmar a su primo para que no tuviese tantas pesadillas. Lo hacía poniendo voces e imitando a los personajes.

Muchas veces, se inventaba las historias. Una oveja voladora, un perro que cuidaba de unos gatitos huérfanos o una urraca a la que le encantaba colarse en las madrigueras de los conejos.

Su primo Nico se lo pasaba dCuentos de primose lo lindo escuchando sus historias. Y Nerea poco a poco fue entendiendo que compartir habitación no era tan malo. De hecho, al final del verano decidió escribir todas esas historias en un cuaderno y regalárselo a su primo de recuerdo. Para que, aunque estuvieran lejos, pudieran leer los cuentos que tanto habían disfrutado juntos. Lo decoró con lazos de colores e ilustró las historias con bonitos dibujos a todo color. Al final, Nerea hasta sintió un poco de pena de que Nico se tuviese que volver a su casa.
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