Alicia y Miranda jugaba en el parque, junto a la fuente.
-Mira, Alicia, allí va una señora con el pelo azul.
-¡No puede ser, Miranda! ¡Nadie tiene el pelo azul! Es imposible.
-Pues yo estoy viendo a una señora con el pelo azul.
-No ves vien. Será un extraterrestre.
-Los extraterrestres no existen.
-Las señoras con pelo azul tampoco. Lo mejor será que vayamos a ver.
-Pues habrá que ir con cuidado, porque como sea un extraterrestre se puede liar buena...
Alicia se puso en cabeza y dirigió a su amiga hacia el lugar donde había visto a la supuesta señora del pelo azul.
-Mira, ahí está -dijo Alicia-. Es una señora.
-No estoy yo muy segura -dijo Miranda-. Está de espaldas. ¡A saber qué hay debajo de todo ese pelo!
Alicia se acercó con un poco de miedo y se puso delante de la supuesta señora,a varios pasos de ella.
-Hola, señora, disculpe -dijo Alicia.
-Dime, pequeña -dijo la señora.
-Mi amiga dice que es imposible tener el pelo azul y cree que usted es un extraterrestre -dijo Alicia.
La señora del pelo azul empezó a reirse.
-Mi pelo azul no es natural, pequeña, me lo he teñido -dijo la señora.
-¿Teñido? -preguntó Alicia.
-Me lo he pintado con una pintura especial para pelo -dijo la señora.
-Muchas gracias, señora -dijo Alicia-. Espero no haberla molestado ni ofendido.
-Ni mucho menos, pequeña -dijo la señora-. Es bueno ser curioso y preguntar las cosas de forma educada, como tú has hecho.
Alicia sonrió, se despidió y fue a ver a Miranda.
Cuando le contó lo que había descubierto Miranda se quedó sorprendida.
-Pues yo me voy a pintar el pelo de rosa -dijo Miranda.
-Eso será si te dejan tus padres -rio Alicia.
Y las dos niñas volvieron a la fuente a seguir jugando.